Íñigo Onieva se encuentra en medio de los preparativos finales para su boda con Tamara Falcó, la hija de Isabel Presley, que se celebrará en tan solo cuatro días. Sin embargo, su atención mediática se desvió debido a un incidente reciente que casi resulta en el robo del reloj que le regaló la marquesa de Griñón como símbolo de compromiso.
Según informes de 'Estado de Alarma', el empresario estaba realizando algunas compras en la concurrida calle Serrano de Madrid cuando notó que un motorista misterioso lo seguía. En un principio, no le dio mucha importancia, ya que pensó que podría ser un paparazzi, pero su preocupación aumentó al darse cuenta de que el individuo no llevaba una cámara.
Íñigo temía que pudiera ser víctima de un atraco y perder la valiosa joya exclusiva, valorada en más de 50.000 euros, que su novia le había regalado durante su propuesta de matrimonio en abril pasado.
La reacción de Íñigo Onieva
Para resguardarse, Íñigo decidió refugiarse en una tienda y contactó a un amigo que era policía, quien le aconsejó que permaneciera en el lugar durante unos minutos y que, al salir, no llevara el reloj en la muñeca. Afortunadamente, todo resultó ser un susto, ya que cuando el ingeniero salió del establecimiento, el presunto ladrón ya se había ido.
Esta información, de confirmarse, fortalecería la teoría de que el enlace de Íñigo y Tamara está "maldito". Por primera vez, Íñigo ha hecho declaraciones al respecto. En lugar de desmentir este extraño intento de robo, se ha limitado a dejar claro que no tiene "nada que comentar", dejando en el aire si tuvo miedo de que le robaran el exclusivo regalo de compromiso.
Simplemente afirmó a Europapress: "Estoy muy bien", revelando así que, por el momento y a solo 96 horas de su boda con Tamara, tiene sus nervios bajo control.
La boda "maldita" de Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Tamara Falcó e Íñigo Onieva sufrieron un nuevo revés en su relación. A tan solo diez días de su boda, salió a la luz la presencia de una supuesta amante del empresario, quien reveló todos los detalles del romance que habrían mantenido. Luego, el supuesto robo de las joyas que usaría la socialité en la celebración el próximo 8 de julio y la gran ausencia de Enrique Iglesias, hermano de ella.
Primero, una policía nacional decidió romper su silencio en el programa 'Estado de alarma', donde detallaron minuciosamente la relación que habría tenido con el prometido de la marquesa de Griñón entre marzo y abril de 2022, meses antes de que la pareja se comprometiera y posteriormente rompiera.
Según el testimonio de esta joven, ella conoció a Íñigo en la discoteca Lula. Después de un primer encuentro en el que hubo atracción mutua, pero no ocurrió nada, coincidieron en una fiesta donde él confesó que no podía besarla, a pesar de desearlo, por temor a que la situación se hiciera pública. A pesar de ello, continuaron en contacto y cenaron juntos en compañía de amigos. Posteriormente, en una visita al local nocturno en el que él trabajaba, habrían dado rienda suelta a su pasión en uno de los baños.
Después, se supo que Enrique Iglesias, hermano de Tamara Falcó declinó su invitación a la boda. Se llegó incluso a mencionar que su ausencia podría ser una de las más destacadas debido a supuestos problemas de salud. En una exclusiva con Europa Press, fuentes cercanas a la Marquesa de Griñón confirmó que el cantante finalmente no asistirá al enlace matrimonial del año.
Aunque Enrique rápidamente desmintió a través de las redes sociales cualquier problema de salud, es cierto que no estará presente en la boda de su hermana el próximo 8 de julio. Será el único miembro de la familia que se perderá este gran evento.
Finalmente, el jueves pasado, en la autopista A-6 cerca de Las Rozas (Madrid), se produjo un robo que parecía sacado de una película. Alrededor de las 21:35 horas, dos joyeros de Valladolid fueron asaltados por tres hombres que se hacían pasar por miembros de la Guardia Civil. Los ladrones, armados con un hacha y una pistola, se llevaron piezas valuadas en aproximadamente 2 millones de euros. Surgieron rumores de que las joyas podrían pertenecer a Tamara Falcó, pero su madre, Isabel Preysler, negó que los diseños robados sean de su familia. "Las joyas no son mías ni de Tamara", afirmó. Ahora, la joyería proporcinó nuevos detalles sobre el incidente. "Queremos aclarar que las joyas robadas no estaban destinadas a Tamara Falcó", aclaró a través de su cuenta de Instagram.
JCCL. / ds