El juicio de De Niro con una exempleada: de obligarla a rascarle la espalda al maratón de Friends en el trabajo
Graham Chase Robinson, quien trabajó para De Niro entre 2008 y 2019, acusó al actor de 80 años de ser un jefe abusivo, ejercer discriminación de género y forzarla a tareas domésticas y personales. Cuál fue la contrademanda.
El juicio de De Niro con una exempleada ejecutiva |
AFP / David Dee Delgado
Robert De Nirotestificó este lunes en Nueva York en un juicio resultante de la demanda de una exempleada que acusó al actor de Hollywood de ser un jefe abusivo, ejercer discriminación de género y forzarla a tareas como “rascarle la espalda”. De Niro expresó: "¡Todo esto es una tontería!" y acusó a Graham Chase Robinson, su antigua asistente, de robarle millas de viajero frecuente y “maratonear Friends” en su horario laboral.
El actor dos veces ganador del Oscar fue el primer testigo del juicio por las demandas de Graham Chase Robinson, quien trabajó para De Niro entre 2008 y 2019 y cobraba 300.000 dólares anuales como su vicepresidenta de producción y finanzas y también cumplía tareas de cuidado y personales. La estrella de Hollywood de 80 años, en su testimonio, confirmó que Robinson era su “contacto de emergencias” y que le había solicitado tareas como “ayudarlo con las tarjetas de felicitación para sus hijos”, “lavar las sábanas” y “rascarle la espalda”.
Robert de Niro.
"El trabajo es el que es, los títulos no eran importantes", dijo De Niro, quien estuvo visiblemente molesto durante la audiencia, elevó su voz dos veces y exclamó: “No es como si le estuviera pidiendo que saliera a raspar y trapear el piso, ¡así que todo esto es una tontería!”. El abogado de Graham Chase Robinson dijo que el actor a veces le gritaba y le decía “apodos desagradables” en un comportamiento consistente con los “comentarios sexistas que hacía sobre las mujeres en general”.
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También estableció que De Niro le pagaba menos que a un colega con responsabilidades similares y que, luego de renunciar, la mujer luchó por encontrar trabajo porque el actor se negó a darle buenas referencias. En su denuncia original, Robinson pedía al menos 12 millones de dólares por daños y perjuicios. Además, su reclamo de represalias surge de correspondencias e interacciones con la novia de De Niro, Tiffany Chen, quien, según ella, la presionó a dejar el trabajo después de ponerse celosa de sus interacciones con De Niro y su papel en sus vidas, informó The Hollywood Reporter.
La contrademanda de Robert De Niro: “Abuso de confianza” e “intimidad imaginaria”
El abogado de Robinson señaló los correos electrónicos de Chen a De Niro, en los que supuestamente decía: “Esta perra necesita ser puesta en su puto lugar”, después de un conflicto con Robinson por pintura en la casa de De Niro. La defensa afirmó que, si bien Chen era “a veces un poco testaruda”, no hubo represalias ni “ninguna relación romántica” entre De Niro y Robinson. Argumentaron que el caso involucra un “abuso de confianza” entre De Niro y Robinson y también denunciaron que Robinson había cobrado una cantidad “extraordinaria” de gastos personales a la compañía, que maratoneaba Friends en su horario laboral y que transfirió cinco millones de una aerolínea a su cuenta.
Según detalló Associated Press, De Niro se defendió a los gritos por segunda vez cuando Robinson sugirió que el actor la molestó temprano en la mañana para llevarlo al hospital en 2017. “¡Esa fue una vez en la que me rompí la espalda al caer por las escaleras!”, espetó De Niro, enojado. Incluso en ese caso, agregó que “retrasó la llamada a Robinson unas tres horas”. Luego de mostrarse los chats entre De Niro y su novia al jurado, que confirmaban que Chen sospechaba cada vez más de los motivos de Robinson, diciendo que actuaba como si fuera la esposa de De Niro y creía que tenía "intimidad imaginaria" con él, el actor lanzó: “Ella sintió que había algo allí y puede que tuviera razón", en defensa de las sospechas de su novia.
Graham Chase Robinson, exempleada de De Niro.
El abogado de De Niro, por su parte, afirmó que su cliente trató siempre muy bien a Robinson, "pero siempre pensó que ella merecía más". A él lo definió como una persona “amable, razonable y generoso”, mientras que a su exempleada la calificó como “condescendiente, degradante, controladora, abusiva” y dijo que “siempre se hizo la víctima”. El juicio continuará hasta el 10 de noviembre.
