Como tantas historias, todo comenzó con un tuit: bajo el hashtag #WhyWomenDontReport (¿Por qué las mujeres no denuncian?), la actriz Rose McGowan acusaba hace tres años a un poderoso productor de cine de Hollywood de violarla. El post llamó la atención de una periodista del New York Times, Jodi Kantor, quien se puso en contacto con la actriz. Aquella primera publicación de Kantor, en octubre de 2017, significó el principio del fin de Harvey Weinstein: como una bola de nieve imparable, varias mujeres –80 en total– se animaron a hacer su denuncia. Esta semana, cuando una corte le informó a Weinstein que pasará los próximos 23 años de en la cárcel, el hombre que “inspiró” el hastag #MeToo como tendencia mundial, el productor que pensó que su poder podía darle pelea al poder que tienen las redes sociales, dijo: “Estoy completamente confundido”.
Weinstein fue declarado culpable de violación y abuso sexual por los casos de Miriam Haley –una ex asistente de producción de televisión que aseguró que Weinstein la forzó a tener sexo oral en su departamento de Nueva York en 2006–, y Jessica Mann, una ex actriz que afirmó que la violó en una habitación de hotel de Manhattan en 2013. El caso sentó un precedente.
Pero, ¿qué simboliza esta condena para aquellas mujeres que, en distintos espacios y países, siguen adelante con un cambio de paradigma que parece estar recién en sus comienzos? “Significa que agredir a una mujer ya no sale gratis. Es un aviso muy claro a los poderosos: no hay inmunidad ni impunidad. Ya no podés manejar el dinero para acallar un delito”, dice con contundencia Cristina Fallarás, reconocida periodista y escritora española, autora del libro Ahora contamos nosotras. Fabiola González, folclorista y activista feminista chilena, dice que esta condena es una muestra de respeto hacia la mujer. “Es un reto para el macho, una lección. También es revolución, es un gesto altruista, que otro machito en la lista va directo al purgatorio cuando todo el territorio se viste de feminista”, explica. “Lo de Weinstein es un ejemplo de que no existe la impunidad por más persona célebre que seas. Aquí no hay privilegios. Un tipo que tuvo todo el poder ahora tiene que pagar por haber actuado como actuó”, opina en la misma línea Mabel Bianco, fundarora de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) y Defensora de Género de diario PERFIL.
"Lo de Weinstein es un ejemplo de que no existe la impunidad por más célebre que seas. No hay privilegios", Mabel Bianco
La impunidad a la que hace referencia Bianco quedó evidenciada sin dudas en las decenas de denuncias que hicieron estas mujeres contra el productor. El ejemplo gráfico lo dio el jueves después de la sentencia la actriz Kate Beckinsale, cuando recordó un cruce que tuvo con él en 2001. “Es mi jodido estreno y si quiero una vagina en la alfombra roja, eso es lo que obtengo”, fue la orden que recibió la actriz por parte del productor, tras negarse a mostrar su cuerpo en el estreno de Sintonía de amor.
Sin dudas, el caso de Weinstein pesa y marca un precedente en muchos países del mundo entero, donde el cambio de paradigama se da a mucha velocidad aun con idiosincrasias diferentes. En México, por ejemplo, esta condena repercute pero no afecta tanto a la gente. Lorena Wolffer, reconocida artista y activista cultural de ese país, asegura que si bien este caso será referente legal para otros, aún hay una distancia importante entre el discurso feminista y la realidad. “Hay una voz que se escucha como antes, pero también es cierto que nunca nos habían matado o violado como hoy. Aquí tuvo un fuerte impacto el #MeToo el año pasado, con varios señalamientos a figuras de la cultura y el arte, pero desgraciadamente no hubo una repercusión en las personas que fueron señaladas”, explica Wolffer.
"Este caso es referente, pero en México aún hay una distancia importante entre el discurso feminista y la realidad", Lorena Wolffer.
En España, la importancia de este caso –dice Fallarás– es relativa. “Es más o menos importante en tanto y cuanto nos ha empujado a tener la idea de que hay que dar un nombre. Aquí el ejemplo más cercano es el de Plácido Domingo, que se está viviendo con mucha intensidad. Es decir, es un tenor, un cantante de ópera que es muy importante en el mundo entero, que fue denunciado, pero que se le sigue aplaudiendo hasta último minuto. Sucede también que tanto cuando denuncian las mujeres como cuando él mismo decide confesar, te das cuenta que su voz, la voz de un macho admitiendo sus delitos y agresiones, vuelve a ser más importante que la voz de las mujeres”, explica la periodista española.
"Hizo falta en este caso que aparecieran las redes, como un medio que no necesita inversión de capital", Cristina Fallaras
En Chile, donde el movimiento feminista pisa fuerte, la condena fue bien recibida. Fabiola González es optimista. Cambia todo, cambia la sociedad que intercambia sus costumbres y sus modos. Marcharemos codo a codo para sanar la memoria, gritaremos con euforia cada acto deshonesto. Que por casos como estos estamos haciendo historia. Hay mucho por recorrer, hay mucho por denunciar, por reordenar, por aprender. El lugar de la mujer frente al hombre y su razón, su lucha y su pasión se posicionará cuando nos veamos caminando en la misma condición”, esboza la artista chilena.
El caso Weinstein es sin dudas un antes y un después, y se manifiesta indudablemente dentro de un cambio de época marcado por las redes, un canal testigo de este momento. De repente hizo falta que aparecieran como un medio de comunicación de masas, es decir que no necesitan inversión de capital, o sea, inversión de capital masculina”, apunta Fallarás.
"Por casos como estos estamos hacuendo historia. Hay mucho por recorrer, por denunciar y aprender", Fabiola Gonzalez
Mabel Bianco, quien viene batallando los derechos de la mujer, recuerda un ejemplo local que parece de otro tiempo y sirve para graficar lo que sucede en la época actual. “Alain Delon venía a visitar a Carlos Monzón para darle su apoyo (N. de la R: estaba preso por el asesinato de su mujer Alicia Muñiz). Había muchas mujeres decian que era un campeón, resaltaban que era un celebridad por sobre lo que había hecho. Nosotros deciamos que era quien había matado a la mujer. Cuando lo empezaron a dejar salir en libertad por buena conducta, daba clases de boxeo y nosotros deciamos que una persona que no supo manejar sus instintos y límites, no podía enseñar a niños boxeo. Todo esto que pasa con Wenstein tiene mucho que ver una justicia que está entendiendo lo que sucede y con una una sociedad que está atenta y dice que no”.
Testimonios claves del caso
El productor Harvey Weinstein fue declarado culpable de ataque sexual en primer grado y violación en tercer grado. Y absuelto de violación en primer grado y agresión sexual.
Según el diario New York Times, hay varias claves que resumen este veredicto, incluyendo los fuertes testimonios de mujeres que contaron lo que vivieron.
El primero de esos testimonios es la declaración de Miriam Haley, asistente de producción, quien testificó en enero pasado y relató una historia desgarradora sobre Weinstein, incluyendo la práctica de sexo oral a la fuerza sin su consentimiento. Como segundo punto, fue muy importante Jessica Mann, quien describió con detalles que el productor la arrinconó en una habitación de un hotel de Manhattan y la violó. Otro testimonio más que importante fue el de Annabella Sciorra, quien le contó al jurado cómo Weinstein la violó en 1993, en su gran departamento de Gramercy Park.
Los acontecimientos relatados por Sciorra eran bastante antiguos –según la legislación de prescripción de delitos de Nueva York–, pero sirvieron para acusar a Weinstein de agresión sexual depredadora, que es cuando un agresor ataca por lo menos a dos víctimas.
Más allá de estas declaraciones, del correcto actuar de los fiscales, la presión social del movimiento Me Too hizo que toda la opinión pública esté pendiente de este causa que sin dudas deja un precedente para futuros casos.
Cronología
- El 5 de octubre de 2017, inmediatamente después de la publicación de un artículo que lo señalaba, Weinstein aseguró: “Respeto a todas las mujeres y lamento lo ocurrido”.
- El 25 de mayo de 2018, acusado de violación y agresión sexual contra dos mujeres, Weinstein se entrega a la policía de Nueva York, pero es puesto en libertad al día siguiente bajo una fianza de 1 millón de dólares.
- El 11 de diciembre de 2019 se llega a un acuerdo preliminar básico para resolver las demandas civiles interpuestas por casi treinta actrices.
- El 6 de enero de 2020 arranca el juicio ante un tribunal, es acusado sólo en dos casos. El pasado 11 de marzo, a los 67 años, fue condenado finalmente a 23 años de prisión.