Paola Kudacki nació en General Rodríguez pero vive hace diez años en Nueva York. Retrata a estrellas de la música y el deporte. Cuenta cómo fue su experiencia en los Golden Globe.
Premio. Paola en la alfombra roja de los Golden Globe. |
Paola Kudacki
La argentina Paola Kudacki lleva una década fotografiando a las figuras más destacadas de Hollywood. Por su trabajo vive en Nueva York pero viaja seguido a París y Londres. Realizó portadas para prestigiosas revistas y la semana pasada fue la encargada de retratar a los ganadores en los Golden Globe. “Toda la sesión se llevó a cabo durante la entrega de premios. Tres horas en total y tuve entre uno y tres minutos a cada talento”, contó a PERFIL quien nació en General Rodríguez, provincia de Buenos Aires.
—¿Cómo fue la experiencia de los Golden Globe?
—Realmente inolvidable. En un momento estaba fotografiando a Lady Gaga, me doy vuelta y tengo a Jeff Bridges a mi lado saludándome. Noté mucho respeto y camaradería entre los actores, directores y productores. Eso me inspiró mucho.
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—Siempre estuve interesada en el arte y la pintura. Mi padre era letrista y además pintor. Así que crecí rodeada de libros de arte pero la fotografía no estaba cerca de mis manos. Mi pasión de niña era ser bailarina. A los 5 años mi papá me llevó a la capital porque tenía que comprar pinturas y óleos cerca del Colón. Ese día había una función de ballet y me compró una entrada. Fui sola a lo que llamaban el gallinero, arriba de todo. Cuando terminó decidí que quería dedicarme a eso pero a los 10 años me quebré la pierna y, aunque trabajé duro para recuperarme, el sueño de ser bailarina se apagó.
—¿Y cómo se inició el de ser fotógrafa?
—Cuando crecí, fui a la Capital a estudiar Diseño Gráfico. Mientras tanto trabajaba de modelo para pagar los estudios y ahí conocí a varios fotógrafos. Un día uno de ellos me pidió si lo ayudaba y, si bien no era necesariamente mi pasión, me divirtió estar detrás de la cámara. Se me había despertado el deseo de crear imágenes, así que hablé con una amiga que estudiaba fotografía y me presentó al director de la escuela donde lo hacía. Yo no podía pagar los estudios así que arreglamos que él me daba clases y yo a cambio posaba para las clases y explicaba algunos conceptos a los alumnos. Así empezó.
—¿Venís a Argentina?
—Tengo familia y amigos. Mi familia cercana viene a visitarme. Como viajo mucho, no tengo muchas oportunidades de ir. Cuando regreso, es siempre por pocos días. Sería interesante hacer una muestra para inspirar a jóvenes a realizar sus sueños. Es posible soñar a lo grande y trabajar para conseguirlo. Nada es fácil pero tampoco imposible.
