La Reina Letizia asumió un nuevo compromiso oficial tras su regreso al trabajo este jueves, cuando participó en la entrega de los Premios Unicef España. Este viernes, acompañada por el Rey Felipe VI, se trasladó a Pamplona para formar parte de los eventos conmemorativos del 600 aniversario del Privilegio de la Unión, un tratado que unió los tres burgos de la ciudad en la Edad Media después de años de conflictos armados, y que fue el origen de la actual Pamplona.
Durante este acto, sus Majestades fueron recibidos calurosamente por la multitud a su llegada a la Catedral y al Ayuntamiento de la capital navarra. En este contexto, la Reina Letizia mostró su lado más natural al interactuar de manera cercana y cariñosa con el público, especialmente con personas mayores y niños pequeños.
Este evento marcó la primera aparición de la Reina con el Rey Felipe después de que la Princesa Leonor ingresara en la Academia Militar de Zaragoza y la Infanta Sofía se marchara a Gales para estudiar el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College. Durante la ocasión, la Reina y el Rey compartieron momentos de complicidad, intercambiando significativas miradas mientras ella le colocaba un pañuelo rojo, símbolo de Pamplona y de su patrón, San Fermín, alrededor del cuello.
Para esta ocasión, la Reina Letizia optó por rescatar uno de los diseños más favorecedores de su guardarropa, un vestido de inspiración nupcial de Sfera adornado con motivos florales de encaje. Este vestido realzó su figura gracias a su silueta ajustada en la parte superior y su falda de ligero vuelo. Cabe destacar que este es un modelo asequible que no supera los 50 euros y que la Reina ya había lucido en junio de 2022 durante la entrega de la Enseña Nacional de la Fuerza de Guerra Naval Especial en Murcia. También lo había usado meses después para recibir al presidente de Colombia, Gustavo Petro, y a su esposa Verónica Alcocer. En esta ocasión, volvió a lucirlo con gran elegancia.
Reina Letizia: un vestido que transmitía dulzura y seguridad
El vestido, de estilo romántico y delicado, fue complementado con unos zapatos en color nude de Carolina Herrera y unos pendientes de Yanes confeccionados en oro blanco, diamantes, perlas australianas, aguamarinas y turmalinas rosas, que no se habían visto en mucho tiempo.
Estas piezas fueron el toque perfecto para completar un look elegante con el que la Reina regresó al trabajo de manera destacada.
JCCL
