Hace poco más de 85 años, el 6 de junio de 1937, el abogado, diplomático y político Carlos Saavedra Lamas se convirtió en el primer argentino y latinoamericano que recibía el Premio Nobel de la Paz.
La distinción se le otorgó cuando ejercía el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, por haber inspirado un acuerdo antibélico de 1933 que luego llevó su nombre: el "Pacto Saavedra Lamas", al que adhirieron 21 naciones y se convirtió en un instrumento jurídico internacional.
El Nobel le llegó acompañado de 10 millones de coronas suecas (unos 900.000 dólares de la actualidad) y una medalla de oro de 18 quilates. Diseñada por Gustav Vigeland y acuñada por Erik Lindberg, la medalla fue acuñadas en la Casa de la Moneda de Noruega.
Al entregarle este premio, Christian Lous Lange, del Comité del Nobel, elogió "sus recientes logros en la política de paz... .su inusual energía y unidad de propósito". Pero pese al importante legado histórico de Saavedra Lamas, la valiosa medalla del Nobel de la Paz no está en Argentina.
Y es que, tras la muerte de su padre, en 1959, Carlos Roque Saavedra Sáenz Peña, único hijo del excanciller y de Rosa Sáenz Peña (hija del presidente Roque Sáenz Peña), vendió la medalla del premio debido a serios problemas con la Justicia.
Quién fue Carlos Saavedra Lamas, primer argentino premiado con un Nobel de la Paz
Aunque descendiente de la alta aristocracia política de principios del siglo XX, Carlos Roque (1921-2011) era un hombre violento, misógino y apasionado a las armas y los caballos por igual.
"Cuando le devolvía el mate a mi abuela, extendía la mano hacia atrás para no mirarla, porque no le gustaban las mujeres", contó un hombre que lo conoció en el paraje El Diamante, provincia de Córdoba, donde el hijo del Nobel pasó la mayor parte de su vida.
"Era un hombre muy recto en el pago; nunca te iba a quedar debiendo, pero si no le hacías caso, era malo. A cualquiera aporreaba o le pegaba unos azotes", agregaba.
En 1973, Carlos Roque asesinó a sangre fría a dos hombres, los jóvenes Nazario y Lucio Garay, hijos de un vecino que había amenazado con matar a su perro. Saavedra se presentó en una casa armado con un revólver calibre 32 y les dijo: "Tengo un encargo para ustedes".
Según un relato publicado por el diario La Voz, disparó contra los tres hombres, matando primero al padre, Ramón Nazario Ruiz, y a Lucio. Detenido por la policía, el hijo del Nobel de la Paz ofreció su dinero a los familiares de sus víctimas para que cambiaran declararan que los mató en defensa propia.
Saavedra pasó muchos años en prisión, tras lo cual salió libre y malvendió, en una casa de empeño, la medalla del Nobel de la Paz de su padre. Sin hijos, donó una fortuna de unos 14 millones de dólares y todos sus bienes -incluida una estancia de 2.500 hectáreas en Santa Fe- a la "Fundación Vida Silvestre".
¿Y la medalla del Nobel? Durante mucho tiempo se desconoció su paradero hasta que hace 8 años la casa de subastas estadounidense Stacks & Bower la publicó en su catálogo de ventas. Durante una década había estado en manos de un coleccionista privado de Nueva York.
"Esta medalla se ve bien, con superficies selectas de oro amarillo brillante. Su peso es impresionante en la mano y los dispositivos muestran un relieve escultórico", publicaron. Los subastadores dijeron que la medalla tenía una marca porque había llegado a manos de un comprador de lingotes de oro para su fundición.
Finalmente, el 28 de marzo de 2014 la medalla del primer Premio Nobel argentino fue vendida a un comprador asiático, cuyo nombre nunca se publicó, y después de una fuerte competencia, por la cifra de US$1.116.250.
ds