“Un predador sexual(...) Un seductor serial que reemplazó a las drogas con el sexo”. Alguna vez —y luego de sufrir un desplante amoroso producto de una infidelidad— una de sus ex esposas, Jerry Hall, no tuvo ningún tapujo en calificar así a Mick Jagger. El prontuario extenso en el amor y los excesos propios que conllevan haber tocado en la banda más longeva del mundo —Los Rolling Stones llevan 50 años juntos— son reales. Varios hijos y un puñado de relaciones extramatrimoniales demuestran que este héroe del rock no es ningún nene de pecho. Sin embargo, si de mujeres se trata, ninguna de sus relaciones quebraron esa imagen de caballero británico que hoy mantiene con 70 años recién cumplidos. “No soy malvado. Lo que pasa es que todo el mundo me busca y hay una chica en mi cuarto”, dijo una vez Jagger en una entrevista. Más allá de la broma, se sabe: él estuvo siempre rodeado de bellas mujeres. Algunas fueron sus novias, otras sus esposas y muchas tuvieron que conformarse con ser sus amantes. La soledad no parece ir bien con él.
Con arrugas, pero manteniendo esos movimientos epilépticos arriba del escenario que lo caracterizan, Jagger mantienen ese sex appeal que hoy lo posiciona como uno de los cien hombres más atractivos del planeta, por lo menos, según una encuesta de Glam Mag de 2012. Después de tantas ideas y vueltas, hoy es hombre de una sola mujer: se trata de la L’Wren Scott, una diseñadora a quien conoció en 2001. Ella es una novia a su altura. Literalmente: alcanza los 1,89 metros y, si de números se trata, ambos se llevan una diferencia considerable de edad: ella tiene 46; él, 70. Scott es, naturalmente, la que más ventaja tiene sobre el resto de las ex parejas: además de tener un nombre propio —Penélope Cruz, Madonna, Oprah Winfrey o Nicole Kidman llevan a veces sus diseños— sabe cómo mantener la atención de su hombre por más que éste le diga, aún con 70 años: “Mi amor, mañana me voy de gira con los muchachos”.
Yendo atrás en el tiempo, el primer gran amor de Jagger, fue la cantante Marianne Faithful, quien fue amante anteriormente de Brian Jones y Keith Richards, dos de sus compañeros de banda. “Vivir con Jagger fue destructivo”, dijo esta mujer que tuvo sus canciones dedicadas: Let’s spend the night together, She’s a rainbow, Sister Morphine, Wild Horses y You can’t always get what you want. En 1969, Jagger conoció a Marsha Hunt, una actriz negra. A ella no le fue tan bien tras su “paso por Jagger”: actualmente, dicen, se encuentra en la ruina luego de haber subastado las cartas de amor que Mick le escribía. La nicaragüense Bianca Pérez Moreno, fue la primera esposa oficial del cantante y socialmente conserva aún el apellido Jagger. Se casaron en mayo de 1971 y el matrimonio duró ocho años. El cantante, aún casado, conoció a la modelo norteamericana Jerry Hall, con quien dio el sí recién en 1990. La historia duró nueve años: en ese lapso tuvieron cuatro hijos: Elizabeth Scarlett, James Leroy Augustin, Georgia May Ayeesha y Gabriel Luke Beauregard. Jagger irrumpió en la vida de Hall cuando ella estaba comprometida con el cantante Bryan Ferry.
Hall apostó al amor pero las cosas no salieron del todo bien: cuando ella estaba a punto de dar a luz a su segunda hija, a Mick se le dio por hacerse una escapada a Tailandia con Carla Bruni, con quien vivió un breve romance. Pero el matrimonio con Jerry llegó a su fin recién en 1999 cuando su mujer se enteró que él había dejado embarazada a la brasileña Luciana Giménez. Fruto de esa relación nació Lucas, a quién el músico aceptó luego de someterse a una prueba de ADN. Seductor nato, Mick sigue hoy apostando al amor.