“Ayer (por el jueves 17) me sentí revictimizada nuevamente cuando escuchaba a algunos amigos del tribunal hablar sobre mi persona, hablar de delitos…”, dijo Natalia Denegri al comenzar su presentación ante los cuatro jueces de la Corte Suprema en la audiencia pública por la causa “Denegri, Natalia Ruth c/ Google Inc. s/Derechos personalísimos: acciones relacionadas”. Esa revictimización de la que ella habló son algunas de las declaraciones que el jueves 17 dieron algunos de los “amigos del tribunal” que, para uno de los abogados de Denegri, por momentos parecían más amigos de Google. Acto seguido, Denegri hizo un resumen de “su historia” en el marco del Caso Coppola, y de los videos que son el eje central de esta causa.
Origen de la historia. “No pedí ser famosa, fui famosa por medio de una causa policial, porque me involucraron en algo que yo no tenía nada que ver”, dijo. “Yo tenía 19 años, estaba en el lugar equivocado, era la vecina de Alberto César Tarantini. Justamente empezaba a estudiar abogacía en la Universidad de Belgrano (…) Un día dos personas que quedaron procesadas en la causa Coppola vienen con una excusa a mi departamento, entran, me dan un jugo de naranja, me duermen, violan mi domicilio, ponen drogas en mi casa, me despierto y veo a policías apuntando a mi cabeza y escucho a Tarantini gritando: ‘La droga no es mía, me están poniendo droga’”. Por todo esto Denegri pasa tres días detenida en una cárcel de Dolores y a su salida se convierte en un personaje público. “Me estaba esperando un auto de la producción del programa de Mauro Viale y me llevan a los programas. En esa época las producciones eran muy diferentes (…) vivimos prácticamente secuestradas por los productores, vivimos en hoteles. Y para darles un ejemplo, yo trataba de ir caminando a la esquina o a visitar a mis papás, y no te dejaban salir porque no querían que al día siguiente vayas al programa de la competencia. Y si no decías tal cosa en la televisión de tal persona, iba a aparecer el otro personaje de esa época a decir otra cosa. Yo era menor de edad, era vulnerable, me habían privado ilegítimamente de mi libertad, pasé cosas horribles. Y quizá no tomaba conciencia de todo eso. No entendía nada de televisión, de producción y quedaron todos esos videos que fueron armados por los mismos productores, por extorsión, por amenazas… Hoy tengo una carrera y cuando uno busca en los buscadores, principalmente de Estados Unidos y de Argentina, aparecen en primera línea los famosos videos de las peleas que a mí me hacen mucho, mucho daño…que estigmatizan a la mujer, que generan violencia mediática, de género”. Por esto es que Graciela Medina, abogada del equipo de Denegri, sostuvo que “la violencia de género mediática puede ser evitada y si el Tribunal no la detiene, el Estado será el segundo agresor”.
Unos y otros. En la audiencia de ayer, ante las preguntas de los jueces, los abogados de Denegri aclararon algunas cosas. Ella no pide la eliminación de los videos –como pareció entender la Corte–, sino suprimir enlaces que posibiliten que los mismos se ubiquen como primera opción ante las búsquedas. Esos videos no son estrictamente los del caso policial, sino registros hechos en programas de Mauro Viale y similares, que contienen fragmentos de agresiones físicas y verbales, entre las mujeres vinculadas al caso Coppola. También explicaron que la intención no es generar un leading case que se use para que cualquier persona puede elegir qué de su vida esté o no en la red. “La cuestión no está en borrar el pasado de Natalia Denegri (…)
Si ella quisiera eso, no estaríamos acá exponiéndonos a una audiencia pública en la instancia máxima judicial”, dijo Marta Mattera, ex jueza y parte del equipo de Denegri. Además se hizo una diferenciación sobre honor y privacidad. Esto último no fue objeto del pedido de Denegri, sino la cuestión del honor que, dijo su abogado Martín Leguizamón, “de alguna forma u otra no siga siendo afectado”. La contracara de los abogados de Denegri estuvo en la figura del fiscal del procurador de la Nación, Víctor Abramovich, quien rechazó el pedido de Denegri con el argumento de que el episodio tiene “interés público” y por ser ella “figura pública”. Esta postura fue sostenida también por los abogados de Google, quienes ademas remarcaron que como motor de búsqueda no puede restringir el acceso a esa información pública salvo que haya en ellos una ilegalidad que, en este caso, no existe. Lo que resta es el fallo de la Corte.