En una semana en la que la infanta Cristina pasa por uno de sus peores momentos al ser imputada por el caso Noós, los flamantes reyes de España hicieron su primera visita a Cataluña, un lugar sensible por sus pretensiones de independencia del gobierno español, y fue todo un éxito. “La colaboración sincera y generosa es el mejor camino para alcanzar las legítimas aspiraciones de cada persona y, también para conseguir grandes metas colectivas en beneficio del bien común”, afirmó el rey durante una entrega de premios a jóvenes emprendedores en la ciudad de Girona. Esta visita se presentó, para muchos analistas, como una prueba de fuego para su reinado dado el desafío separatista del gobierno nacionalista de la región. “Con esta visita he querido hacer más presente a la Corona en esta tierra para transmitir mensajes de respeto, entendimiento y convivencia”, agregó Felipe en un catalán casi perfecto. El rey además elogió su cultura y aseguró en tono conciliador que “los catalanes han contribuido al progreso general de España en su conjunto”. En tanto, el miércoles el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, acordó la imputación por presunto blanqueo de capitales y como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales de la infanta Cristina, en lo que se conoce como el caso Noós. Razón por la cual, la hermana del nuevo rey no asistió a la proclamación. Otro miembro de la familia real, el ex rey Juan Carlos, quien tras haber abdicado volvió a ver la amenaza de las demandas por paternidad que por ser rey, con los privilegios legales que ello otorga, pudo sortear. Pero el partido conservador logró volver a darle inviolabilidad y así evitar un “contratiempo” a la Corona.
