El reconocido peluquero y organizador de desfiles de moda Roberto Giordano falleció a los 75 años. Se encontraba internado en el sanatorio Mater Dei, donde le realizaron una intervención quirúrgica y murió por una afección cardíaca.
Él fue un hombre que se hizo a sí mismo, y así como Gato Dumas y Francis Mallmann dieron al rol del cocinero un estatus masivo y modelo para otros chefs argentinos, Roberto Giordano hizo de la profesión de peluquero algo que habilitaba a, por caso, ser empresario o ser el responsable de marcar tendencias a través de sus clientas. A su manera y en un universo sin redes sociales, ni selfies, hizo de la moda un espectáculo masivo que tenía cada verano una cita: los desfiles de Roberto Giordano en Punta del Este. Luego otros colegas suyos replicaron ese modelo en Pinamar, Mar del Plata, y hasta en otros puntos de la Argentina.
En medio de todo esto, también su locuacidad desenfrenada dejó frases con su copyright: “No me peguen, soy Giordano”; “¡Moviendo las cabezas!”, o “¡Qué noche, Teté!”. También fue promotor de muchas modelos cuya imagen potenciaba en los mencionados desfiles.
Contradicción. Las peluquerías y los desfiles de Roberto Giordano alcanzaron la cima de la moda regional. Sin embargo, incluso en ese período de esplendor, su nombre estuvo ligado a quiebras y condenas. Ayer, murió en medio de una operación que se complicó. Su entierro será hoy en un cementerio porteño.