Un año atrás, durante el mediodía en la casa del barrio San Andrés de Tigre donde Diego Maradona cumplía una internación domiciliaria y los últimos 14 días se llenó de gente como nunca antes. Su corazón dejaba de latir, la noticia corrió rápidamente y se empezaron a buscar explicaciones del hecho.
La justicia investiga la intervención de cada uno de Los implicados que son Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, los enfermeros Ricardo Almiron y Dahiana Madrid; el jefe de ellos Mariano Perroni, y la coordinadora de Swiss Medical Nancy Forlini.
La Justicia tiene en la mira a los profesionales médicos y se prepara a remitirlos a otra instancia para que sean juzgados. Los médicos se encuentran imputados por homicidio con dolo eventual, y si llegan al juicio, el cual se haría dentro de 1 o 2 años, tendrán una pena de 8 a 25 años. Al no haber ningún detenido, la causa no entra en las prioridades.
La crónica de lo inesperado: un año sin Diego Armando Maradona
El 14 de diciembre se vence el plazo para que los fiscales eleven el expediente a juicio, según el código procesal. Sin embargo, podría postergarse por otros cuatro meses por cuestiones burocráticas, ya que está previsto que los abogados defensores de los acusados soliciten la producción de más elementos de prueba. Además, queda resolver la situación del Dr. Pedro Di Spagna, médico clínico de la obra social.
De manera paralela, se debe definir el pedido de recusación del querellante Mario Baudry, abogado que en la causa representa a Dieguito Fernando -el hijo que Maradona tuvo con Verónica Ojeda- quien alegó que los fiscales del caso tuvieron una pérdida de "objetividad".