El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados estima que al menos tres millones de personas han tenido que huir del territorio ucraniano desde que comenzó la invasión rusa.
La familia compuesta por un matrimonio argentino en Barcelona se conmovió al ver las imágenes de la guerra y encontraron un sitio para poder hospedar a los refugiados ucranianos y la solidaridad comenzó a fluir en el barrio habitan en las afueras de la capital catalana.
“Un día vimos que Rusia había invadido a Ucrania y pensamos que algo teníamos que hacer porque tenemos una casa grande y encontramos el sitio icanhelphost”, dijo María Emilia Di Sisto, quien luego completó: “Hay un grupo de Whatsapp en el que nos dedicamos a buscar donde ubicar a las personas como así también conseguir recursos y organizar actividades”.
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“Hay un restaurante que cada dos días les da de comer gratis y una panadería que les regala una barra de pan todos los días”, aseguró Lisandro Di Sisto, otro de los voluntarios argentinos involucrados.
Durante la convivencia se fue generando un clima familiar entre los refugiados ucranianos y sus huéspedes argentinos. La solidaridad los acerca a la paz con un poco más de optimismo aunque no pueden olvidar la tristeza de dejar su tierra y su familia.