Comprar dólares, apostar al plazo fijo, invertir en cripto-monedas o stockearnos en el supermercado pensando a futuro son alternativas que están siendo cambiadas. Los argentinos somos expertos en hacer malabares para, al menos, empatarle a la inflación. Así es como surgió una alternativa novedosa de ingenio popular: las cajas de ahorro anti-inflación.
Esta herramienta financiera es poco utilizada por los ahorristas y se llama “Alcancía UVA” y está atada a las unidades del valor adquisitivo ajustadas diariamente según la inflación del INDEC. A diferencia de una caja de ahorro tradicional sólo se puede retirar los fondos a partir de los 90 días.
Una simulación realizada por nuestro equipo técnico, nos dice que si en enero depositábamos en nuestras alcancías $ 50.000, hoy tendríamos $ 65.300. En términos porcentuales hubiésemos incrementado un punto sobre la inflación acumulada que en agosto de este año ya está en el 29%.
Según la normativa del Banco Central, los bancos no pueden cobrar comisiones extras por estas operaciones. Así que, a hacer números, analizar opciones y a cuidar nuestros pesos.