En los primeros tres meses del año la producción de lácteos a nivel global cayó un 0,7%. A esto hay que sumarle la problemática logística que hay en el país con el desabastecimiento de gasoil y su precio en constante suba.
Claro que todos son factores negativos para el bolsillo de los argentinos que vemos como suben los lácteos semana a semana. Un cartón de leche descremada de primera marca llega a los 167 pesos. La misma etiqueta pero entera cuesta $126.
Por otra parte, un sachet de yogurt de frutilla de un litro alcanza los $140 pero otras marcas y sabores pueden llegar hasta los 200 pesos. Además, un litro de chocolatada ronda los $250 y los quesos crema light no bajan de los $300.
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Para darnos un gustito, el medio kilo de dulce de leche sale $172. El aumento con respecto a las últimas semanas fue del 2,1% pero con promociones bancarias o con los propios supermercados podemos paliar estos incrementos.