Desde hace más de dos semanas 26 millones de personas están confinadas en Shangai por la pandemia del Covid-19. La falta de alimentos y medicamentos desencadenó una ola de protestas e incidentes por los damnificados.
Hubo saqueos y caos en supermercados para tratar de abastecerse. Los habitantes sólo pueden salir una vez al día para realizar compras alimenticias y muchos niños fueron separados de sus padres para evitar la propagación.
Pero lo peor es que trabajadores estatales iniciaron la matanza de perros y gatos porque sus dueños tenían coronavirus.
A pesar del control comunicacional del gobierno, los videos de la matanza de mascotas tomados por los habitantes de Shangai se viralizaron y generaron repudio.
China: ya hay 40 millones de personas en cuarentena
Las personas deben estar aisladas en sus hogares y esperar que el Gobierno del distrito chino entregue verduras, carne y huevos a cada uno de los hogares, lo que colapsó el sistema de entrega de alimentos e insumos básicos.
Además, parte del personal de distribución de productos se encuentra afectado por los cierres establecidos, razón por la cual la capacidad de entrega es aún más reducida.
Con cerca de 20 mil casos positivos diarios, Shangai comenzó a construir hospitales de campaña para hacer frente a la alta demanda de camas para realizar el confinamiento y recibir el tratamiento correspondiente.