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Carlos Ares: "En la política si se miente o comete errores, no pasa nada"

Parece que nadie con poder político, económico, capacidad de extorsionar o apretar paga nunca por sus errores, mentiras o delitos graves de corrupción.

¿Verdad o consecuencia? En el juego infantil si no se dice la verdad, hay que afrontar las consecuencias. En el juego de la política, si se miente o se cometen errores, no pasa nada, salvo que te vean, te filmen, se filtren  escuchas telefónicas o documentos confidenciales.

La culpa siempre es de otro la oposición, los críticos, los medios o las redes sociales que difunden los hechos. En campaña electoral el presidente dijo que no perdería ni un minuto en hablar de la herencia recibida ni en echarle la culpa a nadie, cosa que hace hoy cada día. El problema, según él, son los jueces el  gobierno anterior, los periodistas; inclusive le echan la culpa a la sociedad, a la gente que protesta.

La pandemia dejó más muertos de los que creíamos. Son errores de un gobierno honesto, asegura el presidente sobre la gestión del gobernador Axel Kicillof. Sucedió en Chile también. La diferencia en el número de muertos que se comunicaba fue revelada por el Centro de Investigación e Información Periodística.

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Seguramente un error de otro gobierno honesto, pero el Presidente Sebastián Piñera de inmediato le pidió la renuncia a su ministro de Salud. ¿Quién pagó acá por el error? ¿Es necesario, señor, que le recuerden las cosas que dijo, los pronósticos incumplidos, las incoherencias, las contradicciones del ministro de Salud, Ginés González García, durante todos estos meses? ¿Quién se hace responsable de Juan Emilio Améri, que llegó a ser diputado por saltar? Si ese tipo, con esos antecedentes no hubiera hecho lo que hizo a la vista de todos, todavía estaría ahí, dando discursos, votándoles leyes, cobrando fortunas, pagando asesores. ¿Tuvo que denunciar su sobrina el abuso sexual para que se enteren de quién es Alperovich? ¿Lo van a mantener suspendido Alperovich hasta que todo pase o le van a pedir la renuncia? ¿Quién? ¿Qué político responsable de la Policía en Tucumán pagó por el asesinato de Luis Espinosa? ¿Qué pasó con Fernando Astudillo Castro?

La lista de reclamos se hace interminable, señor, porque acá, salvo que al implicado lo vean arrojando bolsos en un convento o los muertos sean muchos, parece siempre que nadie con poder político, económico, capacidad de extorsionar o apretar paga nunca por sus errores, mentiras o delitos graves de corrupción.

Es muy evidente, señor, el interés de los que tienen denuncias, acusaciones y procesos que enfrentar por controlar a los jueces más que por la justicia. Usted sabe muy bien, señor, como sabemos todos los argentinos, porque ya lo hemos vivido, que ese juego el de mentir, de engañar, de ignorar la verdad en política tiene consecuencias. Y la paciencia de la sociedad, como también se sabe y se nota, señor, está llegando a su límite.