La comunidad internacional espera que Israel responda al ataque sin precedentes de Irán, que avivó el temor a una escalada regional. Irán lanzó el fin de semana drones y misiles, en respuesta a un bombardeo contra su consulado en Damasco el uno de abril, que atribuyó el Estado hebreo.
Le advirtió a su archienemigo contra cualquier "comportamiento imprudente" que pudiera desencadenar una reacción "mucho más fuerte".
El masivo ataque aéreo iraní fue un "fracaso espectacular y vergonzoso", afirmó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby.
En la Casa Blanca Joe Biden, le dijo al primer ministro iraquí, Mohamed Shia al- Sudani que "quiere evitar que el conflicto en Medio Oriente se extienda".
Por las represalias israelíes, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, convocó a una segunda reunión de su gabinete de guerra.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, subrayó que Washington seguirá defendiendo a Israel, pero que no desea una escalada con Irán. "No apoyamos un ataque en represalia", declaró por su lado el canciller británico, David Cameron.
El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió que se evite una "conflagración", un llamamiento compartido por buena parte de la comunidad internacional.
En las Naciones Unidas el secretario general, Antonio Guterres, manifestó que "ni la región ni el mundo pueden permitirse más guerras", al exigir "máxima moderación"; tras el ataque hebreo a Irán.
En tanto, Israel continuó sus operaciones contra Hamás en la Franja de Gaza con decenas de bombardeos. Manifestantes pro palestinos bloquearon el puente Gold Gate de San Francisco.
La protesta fue parte de un día coordinado de acción directa que tuvo lugar en varias ciudades del mundo pidiendo un alto el fuego en la guerra de Israel en Gaza. Los manifestantes llevaron una pancarta que decía "Detengamos el mundo por Gaza".
