Casi 140 muertos, es la cifra preliminar, por los incendios forestales que castigan a Chile hace una semana en la región de Valparaíso. Se dificulta la identificación de los cadáveres.
El presidente chileno, Gabriel Boric, supervisó los trabajos de ayuda y prometió "medidas de excepción" para los damnificados.
Advirtió que se intentará poner entre rejas a los que calificó de "miserables"; que hayan podido iniciar las llamas, después de que los investigadores hayan detectado indicios de intencionalidad.
"Es la tragedia humana más grande que tuvo el país desde el terremoto del 27 de febrero del año 2010", dijo Boric.
Las zonas afectadas estaban a la espera de ayuda de países extranjeros.
Ayuda y solidaridad internacional
En la conferencia, Boric señaló que la ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, será la encargada de canalizar y gestionar las diferentes ayudas e iniciativas para los damnificados por los incendios forestales.
Entre las acciones, detalló la donación de los muebles ocupados en la villa panamericana de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023, la que llegó a tener cerca de 9.000 deportistas habitando el lugar.
Respecto a la ayuda internacional, el presidente valoró el envío de dos aviones mexicanos con víveres, como también la llegada de un programa satelital de monitoreo de emergencias por parte de la Unión Europea (UE) y especialistas de Estados Unidos.
El mandatario también anunció distintas donaciones que recibió el país, como 250.000 dólares del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y 200.000 dólares del BID (Banco Interamericano de Desarrollo).
