Como consecuencia de la inflación y el ajuste, se disparó el consumo de marcas de supermercados en productos de primera necesidad.
Desde diciembre que creció un 65% el consumo de alimentos alternativos a los de primera marca, como estrategia de ahorro.
Desde el sector, esperan que este año se sostenga la misma tendencia, sobre todo frente a la suba de precios previstas para los próximos meses.
Mientras tanto, para las cadenas de supermercados el consumo de marcas propias por parte de los usuarios se traduce en más ventas para las compañías.
En ese sentido, se espera que para este año, las grandes cadenas amplíen la variedad de sus etiquetas, sobre todo con compradores que demandan más alternativas económicas.
La facturación por parte de estas empresas en las ventas de sus propios productos, representan un 30% cuando hasta hace cinco años no llegaba a los dos dígitos.
Desde las compañías esperan que las ventas de marcas propias, en los próximos años, se incrementen aún más, pero que además de ser una opción de ahorro, se conviertan en productos de primera calidad.
