La inflación acumulada anual de la Argentina en 2022 fue del 94,8 por ciento. No obstante, cada rubro aumentó sus precios promedio en diferentes puntos porcentuales. Los restaurantes por ejemplo registraron una suba del 108 por ciento.
Los motivos esgrimidos por los dueños de los locales gastronómicos son: la caída de la demanda, el incremento en los costos de los insumos, los precios de los alquileres y el aumento de los salarios de los empleados, que correspondieron con los acuerdos alcanzados por los convenios del sindicato.
El negocio para los restaurantes radica en el volumen de clientes y no en los precios altos. Un problema en esta época del año es que los comensales no elijen carnes o pescados, sino que optan por platos más económicos como carnes o ensaladas, lo que reduce el valor del ticket.
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La proyección para este 2023 es que los precios no sean tan elevados, esto se debe a que se están consiguiendo alimentos más económicos y algunos programas implementados por el Gobierno nacional y mayoristas favorecen al sector.
