Aquellas personas que sufrieron estrés, agotamiento y/o crisis nerviosas durante su edad productiva laboral tienen un riesgo de demencia que oscila entre un 17 y un 24 por ciento mayor que el resto, según una investigación que detalló que se evidenciaría a partir de los 45 años y, significativamente, en los hombres.
El estudio siguió a 68.000 personas y fue realizado por un equipo de investigación de la Universidad de Helsinki, en la capital de Finlandia. El resultado reveló que aquellos que 'a menudo' sufrían de estrés, depresión, nerviosismo o agotamiento, desde los 45 años, tenían un riesgo de demencia mayor al resto.
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La investigación surgió como consecuencia de comprender los factores de riesgo que conllevan a los adultos mayores a padecer estos problemas. Siendo el envejecimiento una de las circunstancias principales en el incremento de los trastornos de la memoria.
Mientras en la Argentina 3 de cada 10 trabajadores padecen el síndrome de “Burn out” -o síndrome del agotamiento profesional-, es decir sufren fatiga física y mental, angustia o depresión después de la tarea laboral; la investigación elaborada por la universidad finlandesa enciende las alarmas.
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El equipo de trabajo finlandés informó que el motivo del vínculo sigue sin estar claro, pero que es importante comprender los factores de riesgo de la enfermedad. También señaló que desde la perspectiva de la psiquiatría, es particularmente interesante que se haya establecido una conexión entre los síntomas asociados con la angustia mental y una enfermedad cerebral orgánica.
Los especialistas agregaron que el vínculo entre la depresión y el agotamiento con demencia se detectó significativamente en los hombres. Sin embargo, otro estudio reciente detectó que solo seis minutos de ejercicio de alta intensidad por día podría ayudar a retrasar la aparición del Alzheimer.
Según un estudio realizado el año pasado en la Argentina a personas de entre 18 y 46 años, el 90,8% de los encuestados reportaron sufrir estrés (28,5%), ansiedad (26,8%), insomnio (19,1%) o depresión (16,4%). Solo el 9,2% de los participantes dijo no tener ninguno de los trastornos.