Los dispositivos médicos son el nuevo blanco de The Implant Files, una investigación global del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) que pone presión sobre un mercado que baila al compás de la ausencia de controles. Este grupo de productos es inmenso e incluye desde prótesis traumatológicas, como las de rodilla y cadera, hasta pequeños cables utilizados en cirugías coronarias, artefactos para diagnosticar y prevenir enfermedades o incluso ayudar a los órganos a funcionar adecuadamente.
La definición es amplia. Los dispositivos médicos incluyen cualquier instrumento, aparato, prótesis, máquina, implante, reactivos para uso in vitro, software y materiales médicos que se utilicen para prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades. Incluye desde pequeños implantes cocleares hasta tomógrafos. Pueden ser de uso primario, como un desfibrilador y un estetoscopio. También los hay de usos específicos y súper específicos.
¿Cuáles son los principales fabricantes en el mundo?
Medtronic, DexCom, Johnson & Johnson, Abbott Laboratories, Boston Scientific, Tandem Diabetes Care, Zimmer Biomet Holdings, Philips, Becton, Dickinson and Company y Stryker Corporation
¿Cuáles son sus principales clientes en la Argentina?
El Estado; obras sociales como PAMI y IOMA; las obras sociales sindicales; y las prepagas.
¿Quién controla y aprueba su uso?
Cada país tiene su organismo. En la Argentina, el organismo que decide qué dispositivos médicos están o no aprobados es la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT). En los Estados Unidos es la FDA, que marca las pautas que luego adopta con mayor o menor rango otros países.