Casi la mitad de las madres adolescentes porteñas no se cuidó en su primera relación sexual porque pensaba que en esa etapa no había riesgo de embarazo, reveló hoy un estudio realizado por el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam).
El sondeo revela que a pesar de que un 84% de esas adolescentes conocía el preservativo y un 82% sabía acerca de las pastillas anticonceptivas, el 47% no se cuidó porque no pensó que pudiera quedar embarazada durante la primera relación sexual.
Andrea Gómez, psicóloga del Celsam, indicó que "ante la posibilidad de mantener una relación sexual, y en otras situaciones de la vida, por lo general los adolescentes utilizan inconscientemente un pensamiento de tipo mágico y omnipotente, bajo el cual creen que no les va a pasar nada si no se cuidan".
Gómez agregó que "también es muy característico en esta etapa del desarrollo la tendencia a actuar desde el impulso, en lugar de hacerlo a partir de la reflexión". Por lo tanto, sostuvo, "ocurre con mucha frecuencia que luego de mantener una relación sexual sin protección afloren todas las dudas y temores que antes se negaban".
" Aparece así la llamada angustia de la mañana siguiente, donde recién en ese momento se toma conciencia de que no se cuidaron y de que se encuentran en riesgo de quedar embarazadas", destacó.
En la línea gratuita del Celsam (0-800-888-235726) se reciben anualmente más de 3.000 llamados, de los cuales el 70% son realizados por adolescentes y jóvenes. Ellos preguntan cómo cuidarse, dónde acudir y qué hacer frente a las dificultades en sus primeras experiencias íntimas, pero es muy frecuente que también consulten sobre las consecuencias de no haberse cuidado en la primera relación sexual.
Los especialistas del Celsam coinciden en que la educación sexual es sin duda la herramienta más idónea, para contrarrestar esta tendencia de actuar en forma irreflexiva.
Según Alicia Figueroa, ginecóloga del Comité de Desarrollo del Centro, "Argentina cuenta desde fines del año pasado con una ley de educación sexual que tímidamente se está poniendo en marcha y que demorará al menos cuatro años, antes de que el plan educativo pueda llevarse a cabo de la manera correcta".
Los datos del Celsam señalan que el 83% de los adolescentes manifestó haber recibido algún contenido de educación sexual en la escuela, aunque el 58% mencionó haber tenido sólo una charla en toda su escolaridad a una edad promedio de 13 años y sólo uno de cada dos recibió educación sexual de sus padres.
Figueroa indicó que " muchas jóvenes, luego de pasar un gran susto, comienzan a cuidarse con pastillas anticonceptivas de uso diario, adoptando así un mayor reconocimiento de sus deseos y necesidades, ejerciendo una sexualidad más cuidada y responsable sin la necesidad de pasar por situaciones límites".
Sin embargo, la especialista advirtió que a la hora de elegir un método anticonceptivo "suelen surgir viejos mitos que limitan su aceptación o dificultan su utilización". El informe destaca que muchas jóvenes buscan cuidarse mediante cálculos respecto de cantidades de días, pero no es un método que brinde precisión para utilizar como método anticonceptivo.
La sobrevida de siete días de los espermatozoides en el cuello del útero y la imposibilidad de precisar el momento de ovulación no permiten determinar el período fértil y, por lo tanto, exponen a la pareja a un embarazo no planificado, advirtió Figueroa.
En las adolescentes que aún no regularizacon sus ciclos menstruales, este método resulta todavía menos eficaz, en tanto las pastillas anticonceptivas son resistidas por muchas jóvenes por el temor de un aumento de peso, agregó Diana Galimberti, presidenta del comité Científico del Celsam, afirmó que "este mito limita lamentablemente el método de mayor eficacia anticonceptiva y carece de fundamento científico", y acotó que "numerosos estudios revelan que el 80% de las usuarias de pastillas anticonceptivas no modifican su peso corporal".
Esta médica indicó que "aquellas mujeres que retengan líquidos, pueden además bajar uno o dos kilos cuando su médico les indique las nuevas pastillas anticonceptivas con drospirenona, que eliminan el agua retenida en exceso gracias a su efecto beneficioso sobre el balance del líquido corporal".