Proyecto cinta rosa surgió gracias a la estilista Paula Correa, su fundadora. Todo comenzó luego de una visita inusual, que le pidió extensiones: nadie se las quería colocar por haber sido una enferma oncológica.
La industria del pelo tiene un valor muy alto en el mercado, por cada mechón de pelo se paga desde 70 a 120 pesos dependiendo el color, la textura y el largo, si bien hay muchos que se encargan de venderlo y comprarlo, Paula es quién recibe mechones para poder ayudar a gente en esta situación.
“Yo hago esto hace cinco años, empecé con las chicas postquimio y es algo que intento hacerlo anónimamente pero es complicado, no todos te donan su pelo” detalló Correa. Paula trabaja gratis o cobrando el 50% menos, según los casos. Se encarga de recolectar pelo para que ningún enfermo de cáncer deba tener usar una peluca otra vez.
No hay una cifra precisa de cuantas personas acuden a Staff Urbano pero sí se encuentran jóvenes de varias edades que se presentan al local con la intención de no tener que usar una peluca sino poder ponerse extensiones a pesar de su corto pelo.
“El cabello que aplico se encuentra a un centímetro del cuero cabelludo, nadie quiere comprometerse a ayudar a las chicas en esta situación, es por ello que directamente se les aconseja que utilicen una peluca”, comentó Paula.
La Argentina se encuentra dentro del rango de países con incidencia de cáncer media-alta (172.3-242.9 x 100000 habitantes); de acuerdo a las estimas realizadas por la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer. Esta estimación corresponde a más de 100.000 casos nuevos de cáncer en ambos sexos por año, con porcentajes similares tanto en hombres como en mujeres.
“Sé que es una situación complicada la que viven, conozco a chicas muy jóvenes que vienen al salón a contarme su situación y cuantas amigas tienen en la misma en la misma, y cuando puedo lograr ayudarlas me han llegado a decir que junto al cirujano les cambiamos la vida”.