La noticia de que en Estados Unidos se lleva adelante una demanda masiva contra una empresa farmacéutica que fabrica un fuerte analgésico que también se comercializa en Argentina activó las alarmas en nuestro país.
Se trata del laboratorio Purdue Pharma, propiedad de la familia Sackler, que fabrica OxyContin. En Argentina, este fármaco es comercializado por Mundipharma Pharmaceuticals SRL. PERFIL se trató de comunicar con la empresa pero al cierre de esta nota no obtuvo respuesta.
Este fuerte analgésico tiene como principal componente la oxicodona, un derivado sintético de la morfina que genera una fuerte adicción. Fuentes del ministerio de Salud confirmaron a PERFIL que este medicamento se usa en la Argentina, pero no es muy difundido. “No hubo ninguna notificación de efectos adversos particulares, salvo los característicos de cualquier opiáceo”, señalaron.
El Oxycontin se indica para el tratamiento de todo dolor de moderado a severo ya sea por un padecimiento agudo por períodos cortos o en un dolor crónico asociado a otros medicamentos. Normalmente se suele administrar combinado con otro tipo de fármacos, como antiinflamatorios. En Argentina se ofrece en comprimidos de 10, 20 y 40 mg, según el Vademecum Nacional de Medicamentos de la Anmat.
Marihuana medicinal: un remedio para el dolor
Los derivados sintéticos de la morfina tienen como objetivo fundamental combatir el dolor pero reduciendo las chances de que el medicamento genere adicción. “Los efectos colaterales propios de los opiáceos son que provocan dependencia y por más que se trate de buscar alternativas para que no pase, la causan en mayor o menor medida”, expuso a PERFIL Eduardo Silvestre, divulgador científico del Grupo Medihome que se dedica a la internación domiciliaria y jefe del área ambulatorio del Hospital Garrahan (MN: 57969).
Silvestre precisó que no hay estudios científicos que hayan probado que la oxicodona sea más perjudicial que otro tipo de opiáceo: “No hay notificación en Argentina que haya habido efectos indeseables más allá de los esperados”.
En nuestro país se suele usar más la morfina pura y el fentanilo dentro de los centros hospitalarios o en las salas de operaciones y se suele recetar más el tramadol y la metadona, que se consumen vía oral a través de comprimidos, que la oxicodona.
“La oxicodona como medicamento bien utilizado es muy bueno. El peligro es la dependencia física que genera, porque puede llevar a los pacientes a auto prescribirse, a utilizarlo en cantidades cada vez mayores sin el consentimiento del profesional que la administra. Esto hace que la persona termine consumiendo cantidades muy grandes ya no solo buscando un efecto con el que se lo había indicado, como analgésico, sino los efectos placenteros o euforiantes que le causa al consumir. A veces incluso se empiezan a asociar con otro tipo de medicamentos de la misma familia que hacen que se potencie”, señaló el jefe de toxicología del Hospital Fernández, Carlos Damin (MN: 81870),
El doctor Diego Cunille, cirujano y miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica (MN: 96894), explicó a este medio que los principales efectos secundarios inmediatos de la oxicodona son:
- Constipación.
- Diarrea.
- Problemas cutáneos.
- Somnolencia.
- Confusión.
- Insomnio.
- Disnea (dificultad respiratoria o alta de aliento).
- Espasmos.
A largo plazo, genera una fuerte adicción equivalente a la que causa el consumo de heroína. “Se tienen registro de 90 muertes por día relacionadas con esta mediación por su efecto adictivo y sus efectos secundarios”, puntualizó Cunille. “En Argentina no hay grandes protocolos ni gran experiencia en estos medicamentos, por lo que se suelen recetar dosis bajas pero no deja de tener efecto igual adictivo”, agregó.
El OxyContin está integrado en el recetario especial para estupefacientes y narcóticos que solamente se utiliza para este tipo de analgésico. Debe constar su adquisición en un registro especial para que desde el Ministerio de Salud y la Anmat lleven adelante un control de la venta a nivel población.