SOCIEDAD
SECUESTRARON 25 MIL DOSIS EN UN SOLO OPERATIVO

Alerta por ‘la bomba’, una nueva droga similar al LSD, pero legal

No figura en la Ley de Drogas. Es diez veces más potente que el ácido lisérgico y puede ser mortal.

Operativo. El allanamiento de los narcouniversitarios (arr.). La droga viene en troqueles que se colocan en la lengua.
| Cedoc Perfil

Tras el llamado operativo Universitas, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado procesó con prisión preventiva a 14 integrantes de la banda de narcouniversitarios acusada de traficar estupefacientes en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe. La organización comercializaba éxtasis, cocaína y marihuana, pero también, y en gran medida, una nueva droga conocida como “la bomba”. Se trata de 25I-NBOMe, una sustancia que no está incluida en la nómina de estupefacientes de Argentina, por lo que resulta legal, aunque es diez veces más potente que el LSD.

El 23 de junio pasado, la División de Drogas Peligrosas de la Policía Federal interceptó una encomienda de la banda con 9.980 pastillas de color rosa con la forma de Hello Kitty en el Centro Postal Internacional del Correo Argentino. En allanamientos simultáneos, incautó además 25 mil dosis de con lo que parecía ser LSD, pero cuando la sustancia llegó al laboratorio, los investigadores se llevaron una sorpresa: los troqueles no estaban compuestos por ácido lisérgico, sino por 25I-NBOMe.

Pese a que aún no es conocida por la mayoría, no es la primera vez que las autoridades vinculadas a la lucha contra el narcotráfico escuchan el nombre de “la bomba”. En marzo de este año, la Policía Federal encontró 12 dosis de la droga en poder de una banda que operaba en el conurbano y en la Costa Atlántica. En marzo y junio, se registraron casos en Mendoza. En Chile, en marzo de 2013, la policía de ese país incautó por primera vez la droga sintética en encomiendas que iban a ser recibidas por colombianos. Un antecedente del caso argentino.

Fuentes de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) indicaron a PERFIL que esta semana técnicos del organismo trataron el tema en una reunión. Creen que su inclusión en el listado de estupefacientes es de carácter urgente debido a que su uso se está extendiendo gracias a su carácter legal.

“En el hospital recibimos casos de personas que dicen haber consumido ‘la bomba’. Vienen alucinados, presentan sudoración, aumento de la frecuencia cardíaca y, en algunos casos, alta temperatura”, indica Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández. “Es una sustancia derivada de la femiletilamina, que puede resultar mortal. Depende de varios factores, como la dosis que se consumió, si se comió antes, pero es un cuadro agresivo para el organismo”, explica el especialista.

Los consumidores, además, coinciden en que recibían “la bomba” por correo, la metodología que usaba la banda de narcouniversitarios para distribuir estupefacientes en el interior del país.

En el procesamiento, Arroyo Salgado debió aclarar que la sustancia no es alcanzada por la Ley de Drogas (Nº 23.737) “a pesar de que se trata de una feneilamina alucinógena que actúa como potente agonista parcial de los receptores serotoninérgicos. Este alucinógeno tiene una potencia similar al LSD, con dosis utilizadas del orden de los microgramos, los cuales se pueden encontrar en polvos blancuzcos cristalinosos en soportes de papel como los utilizados por el LSD”, explicó la magistrada. “Si no hubiésemos secuestrado otras drogas, hoy estarían en libertad”, resumió una fuente del caso.

“La 25I-NBOMe será incluida en la actualización de la lista de estupefacientes y precursores químicos”, aseguran a PERFIL desde la Sedronar. En tanto, en internet, algunos foros recomiendan a los consumidores cómo actuar ante la policía si son atrapados con la sustancia: “Van a creer que es LSD y te van a llevar a la comisaría, después le podés iniciar terrible juicio porque te secuestraron una sustancia legal”.

Las escuchas telefónicas que comprometen a los narcouniversitarios
Las escuchas telefónicas fueron claves para desarticular la organización narco, presuntamente liderada por el colombiano Marlio Gutiérrez Rayo, estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Palermo. En las escuchas, uno de los procesados, Javier “Cony” Suárez, se jacta de “obtener droga provista por ‘colombianos’” y que “las mismas llegaban a su poder a través de Ayelén Méndez, ‘una cheta de Palermo’”. La argentina de 27 años figura en la causa como el nexo entre la distribución y la comercialización.

—Hola Ayelén, soy Fer el español… quería de esos triángulos, será que nos podemos ver hoy—, le preguntan a Méndez por teléfono.

—Perdoná que te moleste, estoy haciendo una fiesta esta noche en casa, ¿hasta qué hora puedo llamar para pegar algunas?—, le piden en otra comunicación.

Para la jueza federal Arroyo Salgado, los colombianos Sergio Zamora Gasca y Francisco Quevedo Bonilla lideraban la organización. Junto a ellos, Gutiérrez Rayo, alias el Nene, “coordinaba y pergeñaba todas aquellas acciones vinculadas a la recepción de envíos postales desde el extranjero –concretamente desde España como remitente inmediato– y en cuyo interior viajaban las drogas sintéticas junto a aquellas obtenidas por otros canales en territorio nacional”.