desde Moscú
El Mundial convoca. Y los hinchas argentinos respondieron en masa: unos 30 mil viajaron a Rusia. A pesar de los traspiés de la Selección, siguen disfrutando de aventuras individuales y grupales que, más allá de los resultados futbolísticos, perdurarán siempre en sus memorias.
Joaquín es uno de los hinchas argentinos más chicos en Rusia. Nació hace tres meses y está vestido con una camiseta argentina. “El obstetra nos había dicho que, si al nacer estaba todo bien, podríamos viajar los tres. Y el pediatra nos dio el okay una semana antes”, cuenta Laura, quien viajó con su marido, Gastón, desde Córdoba. Los flamantes padres reconocen que el principal obstáculo que debieron sortear para cumplir su sueño mundialista fue convencer a los abuelos de que el viaje no era una mala idea, ya que “tenían miedo de que le pasara algo estando lejos de casa”.
Sergio, cuando tenía 12 años, fue llevado por su padre a la cancha a ver todos los partidos del Mundial 1978 disputados en Mar del Plata, su ciudad de origen. Siempre soñó con hacer lo mismo con su propio hijo, Juan Fernando, quien vestido con la camiseta argentina posa a su lado, feliz por esta aventura compartida entre padre e hijo en Rusia.
Para ellos, su estadía en Moscú no depende de la suerte de Argentina. “Le dije a mi viejo: ‘Prepará los trapos’ y acá estamos, disfrutando”, afirma entusiasta el joven.
Dos amigos médicos, que suelen viajar juntos por el mundo, esta vez eligieron el Mundial como destino. Juan Pablo es ginecólogo y Rodrigo, psiquiatra. Con o sin Argentina en el torneo, planean quedarse hasta cuartos. Ambos están sorprendidos con la Rusia con la que se encontraron. “Es un país muy desarrollado, en el que todo anda perfectamente. En Argentina nos quedamos con la idea de la época de la Unión Soviética. Moscú es una metrópolis tremenda”.
Si Argentina es la selección participante del Mundial que más lejos en kilómetros queda de Rusia, hinchas provenientes de Tierra del Fuego son los campeones en viajar. Santiago, Jonatan, Samanta, Belén y otros cuatro amigos se lanzaron a la travesía por amor a la Selección. “Veníamos con prejuicios de que los rusos son fríos, cerrados, y es todo lo contrario. Son muy solidarios; por ejemplo: cuando a uno lo ven en el subte mirando un mapa, se acercan para ayudar. La limpieza en los lugares es ejemplar”, narra Santiago.
En alerta por el dólar
El alza del dólar es un tema recurrente entre los argentinos que viajaron al Mundial. Muchos de ellos tuvieron que reajustar sus presupuestos, otros se relajan sabiendo que de una u otra manera afrontarán los resúmenes de sus tarjetas de crédito. Los precios en Rusia también ayudan a solventar el aumento de la divisa estadounidense en Argentina. “En los restaurantes se puede comer muy bien, cerveza incluida, por 450 pesos, que no es muy diferente de lo que cuesta salir a cenar allá”, argumenta Yonatan, acostumbrado a un costo de vida más alto en Tierra del Fuego.
