SOCIEDAD
Diario Perfil:entrevista de Magdalena Ruiz Guiaz

Argibay: "El drogadicto no es un delincuente"

La jueza de la Corte Suprema de Justicia asegura que el Estado debe hacerse cargo de brindar ayuda a los adictos y afirma que los menores no nacen "chorros" ni saben manejar armas porque sí.

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| CEDOC

La doctora Argibay tiene la mirada clara e inteligente. Hay una atención muy pormenorizada en su manera de escuchar. Como si no pudiera dejar de considerar todos los aspectos de cuanto le está diciendo la realidad. Y, al mismo tiempo, ser una destacada jurista no le impide una vivacidad y un cierto sentido del humor que supone una visión amplia pero muy concreta de la vida.

“Hace muchos años –advierte puntualmente cuando tocamos el tema de los menores delincuentes– yo fui secretaria del Menor. Por lo tanto, trabajé mucho tiempo en los juzgados de menores y tengo bastante experiencia en estos Tribunales. Además, a mí me empezó a preocupar y a asustar el hecho que, de pronto, en todos los medios de comunicación y en los ambientes en los que uno se mueve, comenzó a perfilarse una especie de paranoia. ¡Parecía que todos los delitos eran cometidos por menores y que los menores eran, más o menos, el diablo con cola y cuernos! Según este punto de vista, ¡todos esos menores debían estar o presos o muertos! ¡Y advertí que algo estaba andando muy mal porque estos menores no salieron del aire! ¡Ni de un repollo! Estos son “nuestros” chicos. Son “nuestros” menores. Salieron de algún lugar concreto y alguien los educó o dejó de educarlos. ¿Cuál es entonces la responsabilidad que tenemos los mayores? ¡Los chicos no nacen chorros ni saben manejar un arma porque sí! Alguien, alguna vez, les puso un arma en la mano y ése es, generalmente, un adulto. Alguien los explota. Todos los chicos que están en la calle son explotados por mayores. Entonces me parece que hay que salir a decir esto…

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—¿Es decir que hay una responsabilidad que toda la sociedad debe compartir?
—Yo creo que la gente se olvida de estas cosas porque estamos todos muy alterados. La sociedad en general está muy alterada. Hablamos siempre y todo el tiempo de los horrores de lo que vemos en la televisión y escuchamos en los noticiosos. Pero estos horrores ocurrieron siempre. Esta es la verdad. Toda la vida fue así. Cuando yo era secretaria del Menor había abogados de menores porque, justamente, teníamos menores que entraban en conflicto con la ley penal. Esto no es de ahora. Tiene años. Parecería que hoy existe una efervescencia contra los menores… No sé por qué…

—Lo que ocurre, doctora, es que hoy tenemos un factor importantísimo que es la droga…
—Había otras cosas. Pero, en definitiva, el problema es ¿por qué hay droga? Cuando comenzó el consumo empezamos a hablar con los psicólogos del tema de los menores drogadictos. Y la idea era –por lo menos así lo afirmaban los psicólogos– que un chico drogadicto era un emergente en una familia que tenía un problema no resuelto y una personalidad demasiado débil como para poder zafar de ese problema que no podía solucionar. Al no lograr hacerlo, caía en la droga. Estamos hablando aquí de gente de clase media que, en aquella época, eran los que podían acceder a la droga…

Para leer la entrevista compelta, ingresar al suplemento Domingo, en la edición impresa del Diario Perfil.