Al fondo que hay lugar. La consigna se escucha en cualquier colectivo, en hora pico, tanto como se repite la voz de Ari Paluch. Es que en el tránsito -los taxistas también suelen contarse entre sus seguidores- pareciera haber encontrado el periodista un público cautivo. No es ingenuo entonces, él lo reconoce, que para su tercer libro sobre temas vinculados con la espiritualidad haya elegido el título Corriéndose al interior.
Esa fidelidad del oyente se refleja también entre quienes se acercan a los textos de Paluch, que suelen encontrarse siempre en las listas de los más vendidos (el último figura segundo en el ranking de julio, debajo de Él y ella, de Luis Majul).
El periodista convocó a una firma de ejemplares en una librería de Belgrano y por dos horas no paró de sonreír, de sacarse fotos con sus seguidores, de escuchar sus relatos. Muchos de ellos incluso llevaron a sus bebés, otros fueron con sus libros anteriores y hasta una mujer se animó a pedirle al conductor que le firmara un ejemplar de la Biblia.
En la fila, mientras esperan para llegar a conocer a Paluch, se produce un fenómeno extraño. Como si se tratara de feligreses, se genera cierto vínculo. Algunos hablan sobre otros autores de libros de espiritualidad, otros relatan historias de pérdidas de familiares, de recuperación después de enfermedades, de depresiones.
El origen. “A veces me bajan cositas y las pongo en un block amarillo”, cuenta Paluch, que medita a diario a las 5 de la mañana, antes de ir a la primera edición de su programa de radio. “La espiritualidad me permite buscar algo más de sabiduría. Y la sabiduría es el conocimiento pasado por la consciencia”, agrega.
Lejos de otro símbolo de la espiritualidad en los medios, como Claudio María Domínguez, que tiene un tono más caricaturesco, Paluch separa los espacios en los que trata los temas de la actualidad de aquellos en los que habla de estrictamente de lo emocional, del destino, del karma.
Es por eso que estrenará el próximo mes un programa en América, los sábados por la noche, (justo coincide en el horario con el programa que Domínguez tiene en C5N) para hablar sobre estas cosas.
Ego y política. Por su trabajo cotidiano, Paluch está en contacto con los protagonistas de la actualidad. En un año electoral, según analiza, aflora el ego de los candidatos: "Hay seres que con tal de ganar hacen cualquier cosa. Pero todo tiene un propósito y las etapas se cumplen".
"Somos seres espirituales e hijos de dios. Hay veces que nos identificamos con nuestra parte espiritual y somos muy sabios y muy serenos. Y a veces nos identificamos con el falso ser que es el ego. Entonces, seas político o plomero, si te identificás con el ego y creés que eso sos vos, empezás a autoengañarte y empezás a engañar", asegura.
Sobre el luto de la presidenta Cristina Fernández, tras la muerte de Néstor Kirchner, apunta: "Lo que ella muestra por fuera es lógicamente una persona que sintió dolor. Pero no veo un cambio, todavía, a nivel espiritual. De todos modos, creo que las muertes potencian lo que sos. No sé si uno cambia por una pérdida".
A nivel nacional, el periodista asegura que uno de los problemas de Argentina es de ego: "Nuestro ego colectivo es la razón por la que nuestro potencial tan rico se convierte en una realidad tan pobre".
(*) de la redacción de Perfil.com
