Mientras avanzan las obras de remodelación y puesta en valor del Barrio Chino, también avanza el soterramiento del enjambre de cables que hay en la zona, uno de los principales tipos de contaminación urbana que existe junto al ruido y la polución.
Dicha obra responde a la Ley 1.877, sancionada hace una década, que determina que las empresas de televisión por cable deben quitar las instalaciones aéreas y soterrarlas, o pasarlas por los pulmones de manzana en la zona del microcentro y el casco histórico.
“Muchos de los cables que están colgados en la Ciudad no tienen uso”, asegura Patricio Di Stéfano, subsecretario de Uso del Espacio Público porteño. Y explica que lo que allí se realizará será un sistema mixto, entre las empresas de TV por cable y la Ciudad. “Llegamos a un acuerdo por el cual la Ciudad se hace cargo de la canalización para el cableado y la firma de TV paga la mano de obra y la colocación de las cajas distribuidoras”, sostiene.
La misma obra ya se llevó a cabo en la avenida Santa Fe, desde Plaza San Martín hasta Callao. El reacondicionamiento de la tradicional avenida incluyó el entierro de los tendidos de los cables y la remoción de las conexiones obsoletas. Sólo en Callao y Cerrito se quitaron más de dos kilómetros de cables, y según las primeras estimaciones, “80% de las conexiones que aún están a la vista y no pertenecen a las empresas de televisión son obsoletas o están abandonadas; el resto son empalmes clandestinos”, dijo el funcionario.
Plan urbano. En tanto, en la comuna 5, se llevaron a cabo obras en la avenida Boedo, entre la avenida Independencia y la calle Constitución. A lo largo de esas seis cuadras se cambiaron y repararon 2.063 m2 de veredas, y se adecuaron los cruces peatonales para mejorar la accesibilidad.
Además, se instaló nuevo mobiliario urbano, se removió cartelería fuera de norma y se adecuó la publicidad en los comercios del área.
