El Tribunal Oral en lo Criminal 4 condenó a Gabriel David Marino, de 25 años, a prisión perpetua, por matar a la dirigente trans Diana Sacayán. Se trata de la primera condena por travesticidio dictada en el país, a raíz del crimen cometido en octubre de 2015 en el departamento donde vivía la víctima, en el barrio porteño de Flores.
La dirigente trans fue asesinada de 13 puñaladas, y en el juicio oral y público por su muerte por primera vez se incluyó la figura de "travesticidio", es decir, un homicidio que tiene como causal el "odio a la identidad de género".
Tras once audiencias, el tribunal -integrado por los jueces Adolfo Calvete, Ivana Bloch y Julio César Báez- resolvió condenar a prisión perpetua a Marino, quien se encuentra detenido desde hace dos años. Esa pena había sido solicitada tanto por la fiscalía como por las dos querellas: la familia de la víctima y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi).
La condena fue recibida con aplausos y emoción tanto en la sala de audiencias como en la plaza ubicada frente a los Tribunales, donde activistas trans y miembros del colectivo LGBT siguieron la lectura del veredicto a través de una radio abierta.
Sacayán era líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA), dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) y trabajaba en el Programa de Identidad Sexual del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). Asimismo, fue una referente en la lucha por los derechos de la comunidad trans. En 2012, Diana recibió su DNI con género femenino de la mano de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En la sala de audiencias junto a Sasha Sacayán, hermano de Diana, estuvo sentada Nora Cortiñas, referente de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.