El cuerpo de Facundo Astudillo Castro (22) fue hallado sin vida en un cangrejal del estuario de Bahía Blanca hace poco más de 16 meses, pero en todo este tiempo la Justicia no ha logrado dilucidar los principales interrogantes que plantea el caso: por ejemplo, si efectivamente fue asesinado o cómo su cuerpo llegó hasta ese lugar.
Los fiscales Horacio Azzolín y Andrés Heim, a cargo de la Unidad Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) de la Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN), y Iara Silvestre, de la Fiscalía Federal de Bahía Blanca, convocaron en las últimas horas a nuevos testigos para tratar de reconstruir lo que pasó el día que el joven de 22 años fue visto con vida por última vez, el 30 de abril de 2020.
Las principales dudas de los investigadores están centradas en lo que pasó en la localidad de Mayor Buratovich y la forma y circunstancias en las que Facundo continuó su viaje hacia Teniente Origone. Según el equipo de fiscales, al momento de su interceptación, el joven llevaba su DNI: la policía tomó una foto del documento y la incorporó en el sumario formado por la violación del ASPO. Sin embargo, el DNI nunca fue hallado.
De acuerdo con los elementos recabados en la causa, Facundo fue interceptado alrededor de las 10 del 30 de abril por el oficial Mario Gabriel Sosa y su colega Jana Curuhinca. Fue a la altura del kilómetro 779 de la ruta 3, en la localidad de Mayor Buratovich. Durante el procedimiento, Facundo fue fotografiado de espaldas junto a Sosa. La imagen fue hallada durante la extracción forense de datos de un dispositivo de ese oficial, pero no se ha dado aún con el aparato desde el cual se tomó la imagen. Esa fotografía permitió determinar cómo estaba vestido Facundo, quiénes lo interceptaron, el horario y la identificación del móvil policial, N°23.360.
A las 15.27, en el kilómetro 750, el joven fue nuevamente interceptado por la Policía, esta vez por el teniente primero Alberto González. El agente declaró que encontró a Facundo a 6 ó 7 kilómetros de la entrada del pueblo y que lo identificó con su carnet de conducir, porque el chico no tenía DNI. González fotografió la licencia a las 15.43, de acuerdo con la extracción forense de datos realizada en su teléfono celular.
Otros testigos aseguraron haber visto a Facundo entre las 15.20 y las 15.40 en cercanías de Buratovich, en dirección hacia Bahía Blanca, subiendo a la parte trasera de una camioneta negra y blanca de la policía. Lo que pasó después sigue siendo un misterio.
El 15 de agosto de 2020 tres pescadores hallaron el cuerpo de Facundo en el canal denominado "Cola de ballena", un cangrejal situado en la zona de Villarino Viejo, contigua a la localidad de General Cerri. Estaba totalmente esqueletizado, lo que dificultó el informe médico forense.
La autopsia reveló que la causa de muerte fue "producto de una asfixia por sumersión". Sin embargo, "el avanzado deterioro no permitió determinar si en la muerte existió participación de terceros o si fue producto de un asesinato, accidente o un suicidio".
La huella en la zapatilla
Una huella hallada en el talón de una de las zapatillas de Facundo es una de las principales pruebas que por estas horas analiza el equipo de fiscales. El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) consiguió extraer un perfil genético que, en caso de identificarse, podría darle un giro a la investigación.
Otra prueba que sostiene la teoría de una desaparición forzada surgió a partir de un peritaje realizado por Gendarmería Nacional. El estudio, que se conoció en septiembre pasado, determinó que la ropa hallada en la mochila -que no estaba en la escena cuando los pescadores encontraron el cuerpo sino que apareció en la misma zona un mes después- tenía “cortes y puntazos” y estaba dañada “con algún elemento químico”.
Mientras tanto, y en medio de la polémica que generó la detención del perito de parte Marcos Herrero acusado de manipular y plantar pruebas en la investigación por la desaparición de una mujer en Mendoza, el equipo de fiscales ponderó su trabajo y pidió que se rechace el pedido de nulidad presentado la semana pasada por la defensa de los principales policías investigados en el caso.
Los abogados cuestionaron los hallazgos efectuados por Herrero, que representa a la querella particular y a la Comisión Provincial por la Memoria, en el Puesto de Vigilancia de Teniente Origone y el móvil Toyota Ethios utilizado por la UPPL de Bahía Blanca. Se trata de un objeto esférico en forma de sandía y un colgante de piedra turmalina que serían del joven y que fueron reconocidos por familiares y allegados a la víctima.
Sin embargo, los fiscales entendieron que el planteo de la defensa "carece de fundamento suficiente y presenta afirmaciones genéricas sin siquiera señalar irregularidades puntuales". "Se basaba únicamente en noticias periodísticas generadas en una investigación que nada tenía que ver con el caso de Astudillo Castro", señalaron en el comunicado difundido por el sitio fiscales fiscales.gob.ar.
“De la lectura del planteo, se evidencia que, más allá de cómo se titula la presentación de la defensa y de lo que peticiona finalmente, en su desarrollo no se destacan ni señalan circunstancias ni elementos que permitan controvertir, en concreto, el accionar llevado adelante en las actuaciones y procedimientos en los que participó el perito de parte Marcos Herrero. Tampoco se menciona el derecho y/o garantía constitucional que se estaría violentando, ni cuáles habrían sido las irregularidades que, efectivamente, permitan sostener la nulidad de lo actuado”, señalaron los representantes del Ministerio Público Fiscal.
cp