Lucas Pilquiman, el denominado "testigo E" de la causa que investiga la muerte de Santiago Maldonado, el joven artesano que estuvo desaparecido casi 78 días luego de participar de una protesta mapuche en Esquel, que fue reprimida por Gendarmería, y cuyo cuerpo fue encontrado en el río Chubut, aseguró que los efectivos de esa fuerza "no detuvieron" al tatuador.
El joven de 19 años, que hasta el martes era conocido como el “Testigo E”, había acusado en septiembre, bajo identidad reservada y ante la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) a los gendarmes de detener al artesano.
En esa ocasión, había manifestado que él trató de ayudar al artesano a cruzar el río porque éste no sabía nadar. Y completó en su relato que "los gendarmes les dispararon". Asimismo agregó que Santiago volvió a la orilla del río y trató de ocultarse en un arbusto y él escuchó como los efectivos gritaron "acá tenemos uno" y acto seguido se oyó un escopetazo. Luego, lo subieron a una camioneta Unimog y esa fue la última vez que lo vio.
Sin embargo, ahora en su declaración oficial, Pilquiman exculpó a Gendarmería. Según publica El Tribuno, el joven declaró: “Sé nadar, pero me hundía porque tenía un buzo y una campera. Me las saqué para no ahogarme. Y le grité a Santiago: ¡Vamos peñi, vamos!. Me di vuelta y vi que el agua le llega al pecho a Santiago, que me decía: No puedo Peñi, no puedo. Dejé que me llevara la corriente y llegué al otro lado. Ahí vi a Santiago agachado escondido entre los sauces. Pude ver gendarmes en la barranca tirando con escopetas de bala 9 milímetros y piedrazos, pero abajo en el agua estaba solo Santiago. Ahí ya no lo vi más”.
El caso. Maldonado murió el 1º de agosto por “asfixia por sumersión coadyuvado por hipotermia”, informó el juez tras la autopsia al cuerpo. El joven participó ese día del piquete de los mapuches en la Ruta Nacional 40 para reclamar la liberación de su líder Facundo Jones Huala. Gendarmería los reprimió, los corrió hacia el Pu Lof y los arrinconó en el río Chubut. Allí por última vez. Tras 78 días, luego de varios rastrillajes, apareció su cuerpo.
En la morgue judicial de Buenos Aires, Sergio Maldonado, hermano del tatuador, lo reconoció por los tatuajes. Desde entonces, la familia insiste sobre las circunstancias que llevaron a Santiago a sumergirse en aguas heladas cuando ni siquiera sabía nadar.