SOCIEDAD
Sin comida

Cierran más de cien comedores por falta de fondos

Funcionaban en el conurbano bonaerense. Este año ni el gobierno provincial ni el nacional les dieron dinero.

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Al menos un centenar de comedores comunitarios que funcionan en el conurbano bonaerense cerraron sus puertas durante enero y febrero debido a que los gobiernos nacional y provincial no les transfirieron los fondos necesarios para comprar alimentos.

Los inconvenientes tienen, al menos, dos causas: un retraso en las partidas que otorga el Gobierno nacional y los problemas administrativos que acarreó el cambio de gestión en la provincia, según informa una investigación del diario Página/12 en su edición de hoy.

Estas situaciones permitieron no sólo que los comedores no tuvieran durante los dos primeros meses del año dinero para comprar alimentos, sino que tampoco pudieran pagarle a los colaboradores y cubrir los servicios.

El retraso de la partida proveniente del gobierno nacional tuvo una causa: el presupuesto fue aprobado en noviembre, pero hasta el 30 de enero no fue reglamentado. Recién en ese momento se liberaron los fondos.

En total, el Estado cubre del 20 al 70 por ciento del total de los gastos. Generalmente, la provincia cubre los gastos de funcionamiento y Nación aporta el dinero para los alimentos. El Gobierno central aporta $ 1,90 por almuerzo y $1,25 por merienda mientras que Buenos Aires dispone de partidas que can de 56 a 160 pesos por cada chico.

“Cerramos porque no tenemos resto. El verdulero, el carnicero o el que hasta ahora nos fiaban las cosas, te dicen: ‘ Bueno, ya está’. Ahora nosotros sentimos que no sólo llegamos a un límite económico, estamos agotados: no tenemos resto, ni económico ni personal porque desde hace seis años nos dicen que esperemos", explicó Ana Gravina, coordinadora de uno de los centros comunitarios de José C. Paz a Página/12.

José C. Paz es una de las localidades más perjudicadas por el retraso de las partidas. Allí cerraron sus puertas por este motivo unos 19 centros. En Quilmes, la situación es más preocupante aún: quedaron sin amparo –ni comida- los asistentes a 80 comedores. En Moreno, cerraron las puertas otros 16.