En Pinamar están los que gastan una fortuna. Son los que duermen en hoteles de lujo, alquilan una carpa en el balneario de moda, cenan en el restó más exclusivo y andan en cuatriciclo y moto de agua. Pero también están los que se alojan en un camping, almuerzan fiambre en la playa y hacen dedo para trasladarse. El turismo gasolero es posible, solo hace falta ingenio y ganas de pasarla bien.
Presupuesto. Según el relevamiento del diario LIBRE, 100 pesos diarios alcanzan para los viajeros con menos presupuesto. Dormir en el Camping Quimey Lemú sale 40 pesos por persona (los menores pagan 20), bastante menos que los 12 mil pesos que cuesta alojarse en un hotel cuatro estrellas durante una semana. Para disfrutar la playa también hay dos opciones: alquilar una sombrilla cuesta 40 pesos, contra los 5.500 que hay que desembolsar por una carpa.