La Justicia pampeana condenó a dos años de prisión condicional e inhabilitación de cuatro años para ejercer cargos públicos a Felipe Valdéz, un funcionario que se apropió indebidamente de dos llamas nacidas en una granja experimental dependiente del Estado.
En el juicio también se condenó a un año de prisión excarcelable y dos años para ejercer funciones públicas a la veterinaria Marta Paturlane, quien le entregó los animales cuando era gerente de la Administración Provincial de Energía (APE).
El tribunal aplicó a Valdéz la figura del delito de "concusión", que se refiere a funcionarios públicos que, abusando de su cargo, se hicieran entregar una “dádiva”, en este caso las dos llamas.
El hecho se produjo en abril de 2003, cuando Valdéz fue a Santa Isabel para verificar unos trabajos, oportunidad en que Paturlane le pidió unas obras eléctricas para la estación experimental. El funcionario aceptó la solicitud, pero al terminar la obra le sugirió a la veterinaria que le gustaría tener "dos de esos animalitos", en referencia a las llamas.
En julio de ese año Valdéz regresó a Santa Isabel y Paturlane ordenó a uno de los empleados que, como agradecimiento por "los trabajos realizados en el lugar", le entregara dos crías de llamas y las cargara en la camioneta del funcionario.
Unos días después, un policía inició de oficio una investigación al tomar conocimiento del hecho y de las irregularidades cometidas.