En un caso sin precedentes, una mujer fue condenada a ocho meses de prisión en suspenso por impedir el contacto de sus dos hijos con sus respectivos padres. Así lo resolvió la jueza porteña María Julia Correa, quien consideró que la mujer, identificada como S.P. incumplió los acuerdos de revinculación de los niños con sus progenitores, al punto tal de ser declarada "rebelde".
En este marco, la magistrada señaló que a pesar de las distintas audiencias llevadas a cabo por el Juzgado para intentar la revinculación de los niños, L.M. (9 años) hijo de D.M.G.; y M.T. (5 años) hija de M.L.T., la condenada evitó el contacto y empeoró la situación al mudarse a la provincia de San Juan.
El impedimento de contacto de los menores con sus padres se prolongó durante el transcurso de un año en el caso del niño y alrededor de siete meses, en el caso de la niña. Según detalló la jueza porteña S.P. llegó a ser declarada rebelde en el proceso, dado que incumplió con todas las citaciones que se le cursaron, sin presentar ninguna justificación, lo que demostró el desinterés por restablecer el vínculo entre M. D. G. (padre) y el niño L. M. G. S.
Hay hasta diez consultas por mes de padres por la restitución de sus hijos
Para Correa, quien solicitó la captura de SP, la mujer "buscó por todos los medios entorpecer y obstaculizar el vínculo entre sus dos hijos con sus respectivos padres, logrando acabadamente su objetivo, y perjudicando así no solo a los denunciantes, sino también a sus propios hijos, lo que podría afectar el normal desarrollo de sus vidas".
Asimismo, la jueza obligó a la condenada a mudarse a la Ciudad de Buenos Aires y a cumplimentar el régimen de comunicación de sus hijos con sus padres.
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Y concluyó: "Los derechos de los niños no pueden ser soslayados por los problemas o desentendimientos entre sus progenitores puesto que son ellos los primeros acreedores de derechos que deben ser satisfechos y respecto de ellos es que deben estar dispuestas las prioridades de los mayores, tratándose además por su corta edad, de personas extremadamente vulnerables en tanto dependen de las decisiones que toma su madre con respecto de su padre, y en las que se les impide tener contacto con su otro progenitor, quien también podría haber velado por sus derechos y su situación personal".
MS/EA