Contratos que aumentan cada seis meses, la exigencia de una e incluso dos garantías y que la comisión sea abonada por el inquilino en lugar del propietario, tal como lo estipula la ley, son algunos de los escollos que deben sortear quienes pretenden estampar una firma en un contrato de alquiler. Atentos a estas circunstancias, organizaciones de inquilinos de todo el país conformaron un nuevo espacio para defender a las familias que no tienen otra opción que alquilar para acceder a la vivienda.
Así es como la Unión Argentina de Inquilinos, la Asociación Platense de Inquilinos, ATE Inquilinos, Unión de Inquilinos de Neuquén y la Unión de Inquilinos de Tierra del Fuego presentaron ayer el nuevo Frente de Inquilinos Nacional (F.I.N.), con el que pretenden terminar con lo que ellos denominan “abusos y especulación inmobiliaria”. El objetivo al que se apunta desde esta asociación es modificar y “ajustar a los tiempos actuales” la Ley 23.091/85, que regula los contratos de alquileres urbanos.
Desde el F.I.N. también pretenden sumar otras medidas que beneficiarían a los casi cinco millones de argentinos que hoy son inquilinos. Entre otras, plantean la intervención del Estado como órgano regulador del sector, la generación de sistemas de garantías accesibles y además de la creación de un registro de contratos. “Si lo que rige la actividad es sólo el interés y la especulación, el acceso a la vivienda, un derecho básico y fundamental, queda vulnerado” señaló en la presentación Guillermo Torres, de la Unión de Inquilinos Neuquinos.