Mientras el coronavirus ya contagió a más de 100 mil personas en todo el planeta y la cifra de fallecidos alcanza a 3.460 personas, este novel agente patológico también avanza sobre nuevos territorios: ayer se confirmó el primer caso de un habitante del Estado vaticano, en plena Roma (ver recuadro). Por otra parte, además de las personas, su propagación también está enfermando la economía mundial. Ayer, viernes, volvieron a caer las principales Bolsas del mundo, disminuyó el precio del barril de petróleo y se cancelaron eventos masivos en diferentes regiones.
Los principales países “aportantes” de nuevos casos son Irán, que contabilizó 1.234 nuevos casos en las últimas horas. Y las autoridades italianas reportaron otros 49 muertos en ese mismo lapso, lo que llevó el número total de decesos en ese país a 197. Desde España los conteos reportan cinco nuevos muertos y un total de 345 casos. Holanda, que llevaba 82 contagios, también debió contabilizar el primer fallecido. En el continente africano también hubo novedades: las autoridades de salud de Egipto detectaron una docena de nuevos casos entre el personal de a bordo de uno de los cruceros que recorren el río Nilo.
El virus también sumó otros países en América Latina: en Perú el propio presidente, Martín Vizcarra, confirmó al público que fue detectado el primer caso de coronavirus. Se trata de un varón de 25 años que se encuentra en una situación médica “estable”. El afectado tiene antecedentes de haber viajado por España, Francia y República Checa”, anunció el mandatario peruano en un discurso televisado. Y el presidente aprovechó para pedir “tranquilidad” a sus conciudadanos, reiterando que “se han tomado todas las medidas desde el punto de vista médico, para que el paciente, que se encuentra estable, cuente con una atención integral”.
También en Costa Rica y Colombia se confirmaron casos. En ambas situaciones fueron personas que llegaron procedentes de naciones donde hay circulación viral.
Frente a estas noticias negativas, desde China llegó una buena nueva: se logró la contención de la epidemia en China. De hecho, tras la dura cuarentena impuesta a casi cincuenta millones de personas desde finales de enero, comenzó a disminuir el pico de contagios. Así, las cifras oficiales más recientes informadas por las autoridades de salud informan de 143 nuevos contagios y un total de treinta fallecidos.
Pese a los repetidos llamados de las autoridades y expertos en salud sobre la inutilidad de usar barbijo por parte de las personas sanas, como una supuesta medida “precautoria”, lo cierto es el público de muchos países se volcó en forma masiva a las farmacias agotando el stock de mascarillas y también el de gel desinfectante, guantes, ropa de protección y lentes. De hecho, varios países prohibieron la exportación de este tipo de material médico para poder destinarlo a quienes lo necesitan al personal sanitario y a los enfermos.
El virus también afectó la práctica de las grandes religiones globales. Así, los principales centros de plegarias en el mundo musulmán, desde La Meca en Arabia Saudita hasta los mausoleos chiitas iraníes, ofrecían un aspecto desolador en el rezo tradicional del viernes. Y en la ciudad de Belén, donde ya fue clausurada temporalmente la Basílica de la Natividad, los turistas no podían entrar ni salir. Por otra parte, el caso confirmado en el Estado papal llevó a que algunas oficinas de la Secretaría de Estado Vaticano fueran “cerradas provisoriamente como medida de precaución”.
Ante este panorama, una larga serie de reuniones multitudinarias fueron canceladas. Desde congresos académicos hasta conciertos. Y entre estas suspensiones se destacan la postergación de reuniones deportivas. Entre ellas se cancelaron los partidos de la liga de fútbol china. En Europa anunció el aplazamiento del partido entre el Estrasburgo y el PSG. Lo mismo con el partido de Coppa de Italia entre el Nápoles y el Inter de Milán. Otros partidos se celebrarán sin público. También se suspendieron carreras de motos y de autos.
El primero en El Vaticano
La Ciudad del Vaticano, el Estado más pequeño del mundo, anunció ayer su primer caso de coronavirus. Se trata de una persona que asistió a un coloquio y que, tras sentirse mal, consultó en el centro médico estatal. Luego de verificar que era un caso positivo y atenderlo, el centro médico suspendió sus actividades en forma provisional “para desinfectar y alistarse en forma correcta y poder volver a atender”, explicaron las autoridades vaticanas en un comunicado. También aclararon que permanece abierta una pequeña unidad que puede dar primeros auxilios. La Academia Pontifical para la Vida indicó que la persona que dio “positivo” había participado en un coloquio internacional sobre inteligencia artificial organizado en el Vaticano a fines de febrero.
