Con cupos agotados varias semanas antes, ayer se llevó a cabo una nueva edición de Open House Buenos Aires, el festival de arquitectura y urbanismo que permite conocer los edificios más emblemáticos y significativos de la Ciudad de Buenos Aires.
La novedad esta vez fue que, más allá de los tradicionales inmuebles de arquitectura y diseño únicos que forman parte de la “oferta” de edificios a recorrer, como el Bencich, el Barolo, o la Legislatura porteña, este año por primera vez se sumaron al recorrido cuatro asentamientos informales que forman parte del tejido urbano de la Ciudad. Se trata de la Villa 31 de Retiro; Fraga en Chacarita; la Villa Rodrigo Bueno en Puerto Madero, y el Barrio Papa Francisco de Lugano. También se agregaron las obras de las estaciones Bolívar y Retiro de la Línea E de subtes.
“Sumamos la recorrida por estos barrios informales a fin de mostrar los procesos de urbanización que se están desarrollando. Son propuestas muy interesantes de mostrar”, dice Elisa Rocca, de Cohabitar Urbano, organizador del evento. Cerca de 400 personas se anotaron para visitarlas. En la Villa 31 de Retiro, el recorrido incluyó el Centro de Desarrollo Emprendedor y Laboral (Cedel) que instaló el gobierno porteño, las obras de infraestructura barrial y el futuro Ministerio de Educación que se erigirá allí.
“Nunca había entrado a una villa. Todo me llamó la atención; la forma en que están construidas las casas, el enjambre de cables del tendido eléctrico. Fue una buena experiencia”, señala Nicolás Ferro, estudiante de Arquitectura. Soledad Díaz, coordinadora de Open House Chile, aporta: “Es una ciudad, dentro de otra. Lo que más me impactó fue el valor de comunidad que existe en el lugar. Las personas que hace décadas construyen su propia ciudad y que ahora el Gobierno reconozca su derecho a vivir ahí, es muy interesante”.
Los organizadores estiman que entre 45 y 50 mil personas participarán de esta edición de Open House, movida arquitectónica que nació en Londres en 1992. Como en ediciones anteriores, el edificio de Editorial Perfil fue una de las 120 construcciones que recibieron visitantes.