La casa del diputado nacional Dante Gullo está envuelta por la presencia de dos mujeres: una es la madre del militante, que fue secuestrada en ese lugar por la dictadura y desde entonces permanece desaparecida.
La otra es Eva Perón, de la que Gullo, además de varias imágenes en distintos ambientes, tiene un vitral gigante que decora su cuarto. Según cómo le pegue la luz, la imagen de Evita se multiplica por toda la habitación.
Ubicada en pleno Bajo Flores, no muy lejos de la Villa 1-11-14, considerada una de las más peligrosas de la Ciudad, la casa de Gullo parece una especie de museo peronista.
Esa sensación se percibe ya desde la puerta, donde hay una placa con el nombre de Ángela María Aieta de Gullo, madre del diputado, que fue secuestrada allí mismo en septiembre de 1976 por un comando de la dictadura. Al lado, otra recuerda a su hermano y a todos los desaparecidos del barrio.
"Por esta casa desfiló medio mundo, sobre todo durante los '70", señala Gullo en diálogo con Perfil.com y agrega: "Este barrio antes de los '70 y después de los '70, tenía un componente obrero y peronista".
Mezcla de casa, locación estretégica para reuniones y lugar de paso para militantes en la clandestinidad, el lugar fue varias veces allanado y sufrió algunas modificaciones.
Gullo, salvo en el período en el que estuvo preso, vivió siempre allí y también crió en ese lugar a sus cuatro hijos, hoy todos cuadros políticos ("incluso el menor, que milita con los estudiantes secundarios de la ciudad", dice orgulloso).
Uno de ellos, Carlos, es miembro de La Cámpora y encabeza la lista de representantes comunales del Frente para la Victoria por Parque Chacabuco, para las próximas elecciones del 10 de julio.
Esas mujeres. Como en muchas casas peronistas, las imágenes del General y de Eva Perón se esparcen hasta en los lugares más insólitos.
La de Gullo no es la excepción: el militante tiene en su cuarto varios cuadros con la imagen de Evita y un vitral multicolor con la cara de la "abanderada de los humildes" del tamaño de una puerta que lo ilumina todo.
"Evita ya no es más una parcialidad o un patrimonio del peronismo o de los argentinos. Evita hoy es un patrimonio histórico y cultural y tenemos que ser respetuosos de eso", destaca.
En la casa tampoco faltan afiches clásicos de los '70, fotos y cuadros, una botella de vino con la cara de Cristina Fernández y Néstor Kirchner y un retrato de Héctor Cámpora. Esos objetos se encuentran en un quincho, en el piso superior de la vivienda, donde otro vitral con la imagen de Evita cubre una de las paredes, casi como en un templo.
Rodeado de tantas imágenes y recuerdos, el diputado concluye entre risas: "A veces obviamente uno se sonríe porque siempre la pregunta es '¿y qué es el peronismo?'".
(*) de la redacción de Perfil.com.