Londres.- No fue sencillo que la moda fuera el tema principal en la reciente edición de la Semana de la Moda de Londres, porque el debate en torno a la extrema delgadez de las modelos opacó a las novedades del diseño en sí.
Entre los disparadores de la polémica estuvo la negativa del mundo de la moda londinense a prohibir la presencia de modelos ultradelgadas en las pasarelas, a diferencia de la actitud que asumieron los organizadores de Pasarela Cibeles, que en su reciente edición rechazaron a cinco de 69 modelos por un peso "excesivamente bajo".
La directora de esta semana de la moda, Leonor Pérez, señaló que "la Pasarela Cibeles quiere difundir una imagen de salud y belleza". En los shows en Londres de los diseñadores Betty Jackson y Ashley Isham desfilaron dos modelos de aspecto insalubremente flacas, dijo una médica al diario británico "Evening Standard" en su edición del viernes.
A comienzos de la Semana de la Moda que presentó las tendencias para el próximo otoño-invierno, la jefa del Consejo Británico de la Moda (BFC) Hilary Riva había asegurado que aun sin una obligación legal los diseñadores ya se ocupan de elegir modelos sanas y mayores de 16 años."No habrá ninguna modelo sobre la pasarela que tenga una talla 0", había aseverado.
El presidente del comité parlamentario de Comercio e Industria, Peter Luff, exigió que se cree una comisión de investigación y fue apoyado por numerosos legisladores. El jueves y tras conocerse el deceso de una modelo uruguaya de 18 años, Luff instó a que haya una prohibición para desfilar para modelos demasiado delgadas. "Es un llamado de atención a la industria de la moda, ¿pero cuántos llamados de atención tiene que haber?"
En el debate también se involucró previamente la modelo top Naomi Campbell, aunque salió en defensa de la industria de la moda con sus actuales condiciones. La modelo consideró que la anorexia es una enfermedad que debería tratarse lo mismo que la adicción al alcohol o las drogas. "No se puede echar la culpa a la industria de una enfermedad que depende del alma", justificó Campbell, y opinó que deben ser las propias modelos las responsables de su cuerpo.
En simultáneo, Campbell fue la estrella de un desfile que en la Fashion Week desató un segundo debate: lució un tapado con cuello de piel en la presentación de la colección del afamado diseñador británico Julien Macdonald.
Si bien Macdonald se había opuesto a la participación de modelos ultradelgadas -él mismo prescindió de ellas- casi en cada pasada utilizó piel, por lo que representantes de la organización defensora de los animales PETA convocó a boicotear al diseñador. "Cada año se matan innumerables animales para la colección de Julien, en el nombre de la codicia y la vanidad", criticó PETA.
Macdonald replicó diciendo que "a la gente que no le guste la piel, que se marche. Yo adoro la piel. Es un producto animal bonito y natural". Macdonald presentó trajes con mangas tres cuartos, vinchas negras, faldas plegadas a la rodilla y minivestidos decorados con lentejuelas en negro y dorado, con clara inspiración en los años 20 y 80. También otros diseñadores se inspiraron en creaciones de décadas pasadas para sus colecciones, como los jóvenes talentos Giles Deacon, Todd Lynn y Christopher Kane, pero también diseñadores ya establecidos como Paul Smith. Àste propuso elegantes pantalones tres cuartos, chalecos con motivos cuadrillé y faldas plisadas.
Delgadez de modelos opacó el glamour del diseño
El cuidado de la salud y la prohibición de desfilar a jóvenes extremadamente flacas trascendió a las nuevas colecciones de los diseñadores. Naomí Campbell generó otra polémica al desfilar con un tapado de piel.
