Con estrictos protocolos de seguridad, acordados con los consorcios de propietarios y solamente durante los dos días del fin de semana, hoy volverán a habilitarse las mudanzas en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Algunas empresas del sector pidieron además que se les deje un ascensor de uso exclusivo, si fuera posible, y que tanto en los hogares de donde parten como a los que llegan haya una sola persona a cargo de recibirlos.
Este se suma a los otros 29 rubros que quedaron habilitados nuevamente esta semana. Este martes se llevó a cabo la primera jornada con negocios abiertos. Entre los que levantaron sus persianas de manera formal se destacaron los denominado minoristas de cercanía, locales gastronómicos con la modalidad “para llevar” y las tradicionales ferias barriales. Es decir, librerías, florerías, jugueterías, perfumerías, negocios de decoración, de materiales eléctricos, electrodomésticos, instrumentos musicales y bicicleterías. En la mayoría de los casos desde temprano se vio gente esperando entrar y adquirir algunos de los productos que se vendían en estos locales.
Según lo dispuesto por el Ejecutivo porteño para esta primera etapa, los comercios debieron cumplir con un esquema de seguridad sanitaria que consistió en asegurar la distancia entre personas y aplicar protocolos de higiene. Para ello se fijó que el horario de apertura sea a partir de las 11 y hasta las 21 de lunes a viernes. Que haya una persona cada 15 metros cuadrados en su interior, y que el ingreso de las personas se organice de acuerdo a la terminación del número de DNI, con la finalización par los días pares y la impar los impares.
Una recorrida de PERFIL por diferentes zonas comerciales de la Ciudad, permitió constatar que, si bien el horario establecido para abrir los locales era a partir de las 11, desde temprano se vio a los comerciantes preparar y acondicionar sus locales para recibir a sus clientes, que también desde primera hora ganaron la calle. En la zona de Parque Patricios, por ejemplo, en el cruce de la avenida Caseros y La Rioja, varios locales gastronómicos habilitaron sectores especiales para implementar la modalidad “para llevar”, mientras que librerías y perfumerías reacondicionaros sus instalaciones para que el público ingrese a los mismos respetando las medidas de seguridad sanitarias dispuestas por el Gobierno porteño. Lo mismo ocurrió en la zona de la avenida Corrientes, donde las librerías abrieron formalmente sus puertas después de más de 50 días, y en la tradicional calle Talcahuano, donde se encuentran los locales de venta de instrumentos musicales.
El jueves, en tanto, se habilitó la segunda etapa de la reapertura comercial en la ciudad de Buenos Aires dispuesta por el Gobierno porteño, en el marco de la cuarentena por la pandemia de coronavirus. Entre las actividades que levantaron sus persianas después de casi dos meses figuran concesionarias de autos, inmobiliarias, negocios de antigüedades, objetos de arte, materiales de construcción clase I (exposición y venta), semillas, plantas, artículos y herramientas para jardinería,,animales domésticos, artículos para el hogar y afines. También artículos publicitarios, vidrios y espejos, relojería, armería, almacén naval, toldos y accesorios, mueblerías, local de venta de repuestos y accesorios para automotores, agencias de Lotería y Quiniela, marroquinería y carteras, más el resto de comercios minoristas de cercanía,De igual manera que los negocios que abrieron sus puertas el martes 12, los locales habilitados atendieron al público desde las 11 y hasta las 21. Tal como estaba previsto, aún resta habilitar comercios de indumentaria y calzado y de servicios personales, como por ejemplo las peluquerías.
Si bien en la segunda etapa de rubros rehabilitados se notó una mayor afluencia de público en las calles y en los comercios, no se reflejó en el nivel de consumo. La facturación promedio fue de un 31% en comparación con un día normal. En tanto que solo el 82% de los rubros habilitados logró abrir sus puertas, según informó la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba).