Desafiados por una "contramarcha" organizada por sindicalistas del turf, trabajadores del Casino Flotante de Puerto Madero finalmente no pudieron cumplir con su intención de protestar por los despidos frente al Hipódromo de Palermo.
Allí, los empleados del salón juego flotante iban a protestar contra el empresario Cristóbal López, supuestamente vinculado a las máquinas tragamonedas de Palermo y además principal accionista del Casino Flotante.
"La Policía Federal nos impide avanzar porque vino una amenazante patota gremial, pero vamos a cortar la circulación en avenida Libertador, a pocas cuadras del Hipódromo", señaló a la agencia DyN, Bárbara Browne, de la comisión de prensa de los ex empleados de la empresa de juegos de azar.
Conciliación. Por otra parte, esta jornada el Ministerio de Trabajo prorrogó esta tarde por cinco días hábiles la conciliación obligatoria en el marco del conflicto originado en el Casino Flotante de Puerto Madero, que se encuentra clausurado por la Justicia desde el 12 de diciembre pasado.
La medida fue comunicada esta tarde por el director de Relaciones del Trabajo de esa cartera, Jorge Ariel Schuster, en una reunión con dirigentes del Sindicato de Juegos de Azar (ALEARA) y representantes de la empresa que explota el casino, informaron fuentes gremiales.
Las salas de juego que funcionan en los dos barcos-casino están clausuradas por una disposición de la jueza federal María Servini de Cubría, luego de que no se dieran las condiciones para la entrada al lugar de los empleados.
El conflicto se produce también en medio de un fuerte enfrentamiento entre los delegados del casino -respaldados por agrupaciones políticas de izquierda- y el Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar.
Origen del problema. El conflicto por el que atraviesan los trabajadores del casino se remonta a mediados de 2007, cuando desde el Sindicato de Obreros Marítimos (SOMU), se reclamó el traspaso de casi 2 mil empleados a su gremio.
Desde ese entonces, los trabajadores iniciaron un plan de lucha que buscaba resguardar la homologación del Convenio Colectivo de Trabajo conseguido dentro del sindicato de Juegos de Azar (ALEARA).
De acuerdo a los trabajadores, sin se concretaba el traspaso de los trabajadores a SOMU, perderían los beneficios obtenidos frente a la empresa, al tiempo que quedarían encuadrados en un sindicato verticalista que no protegería sus derechos laborales.
Este conflicto, fue el que originó el posterior despido de casi setenta trabajadores del Casino Flotante de Puerto Madero, lo que signifcó la parálisis total del salón de juego.
Fuente: DyN