SOCIEDAD
EL MORALISMO Y LA HIPOCRESA DEL MUNDO DE LA MODA

Dolores Barreiro perdería contratos millonarios porque su marido, Matías Camisani, fue detenido con marihuana

La super modelo debería divorciarse de su marido para no perder los suculentos contratos con multinacionales de la moda. Una caza de brujas absurda. Galería de imágenes.

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| Cedoc

Todo indica que el espíritu medieval de la caza de brujas goza de buena salud, al menos en el mundo de la moda. Y la hipocresía, la mejor aliada de los moralismos, reina entre diseñadores y empresarios dedicados al arte de la vestimenta. Para ejemplificar esta situación, basta con ver los problemas  que está atravesando la consagrada top model Dolores Barreiro.

Barreiro es una profesional intachable y una sex symbol siempre vigente. Sin embargo, la fugaz detención de su marido, el rocker Matías Camisani, quien tenía en su poder 93 gramos de marihuana, puede hacer que la blonda belleza pierda suculentos contratos con multinacionales. Por eso, en su entorno, le recomendaron divorciarse para no perder los miles de dólares que le iban pagar.

Las compañías no quieren saber nada con personas que estén relacionadas de alguna manera con estupefacientes. Poco importa que en los últimos años el hábito de fumar marihuana sea algo que se haya extendido entre amplios sectores de la población.

Aunque los detractores insisten en condenar su consumo, estudios recientes indican que la milenaria planta tiene propiedades medicinales, algo que los consumidores defienden hace tiempo.

Frente a esto, y en pos de la defensa de la libertad individual de elección, resulta inverosímil que una empresa no quiera contratar a una profesional por algo que hizo su marido. Y menos que el "pecado" de Camisani haya sido circular con cannabis en su poder aunque, por la cantidad que le secuestraron, difícilmente tipifiquen su delito como "tenencia para consumo personal".

Sucede que la Justicia, avalada por Ley 23.737 podría convertir al joven en un criminal. Mientras, l os narcotraficantes siguen de parabienes, contentos con la prohibición que les permite hacer negocios. Y la pobre Dolores, a todo esto, a punto de perder la oportunidad de ganar dinero por un episodio que ya cumple un año.