Agencias
Dos muertos, más de 8 mil evacuados y unos 30 mil afectados resultan, hasta el momento, las consecuencias de las intensas lluvias y la crecida de los distintos ríos de la zona del Litoral del país.
En Clorinda, Formosa, una de las ciudades más afectadas, falleció el jefe de la planta del servicio provincial de agua potable mientras intentaba poner en marcha las bombas expeledoras. También un joven se ahogó al darse vuelta la embarcación que lo transportaba.
En esa zona cayeron 200 milímetros en las últimas 24 horas, y el agua llegó al casco urbano. La situación llevó al intendente local, Manuel Celauro, a decretar un asueto educativo para la jornada de ayer. En tanto, la crecida del río Paraguay, que alcanzó una altura de 8,53 metros, afectó al menos a unas 600 familias, que debieron ser evacuadas y serán reubicadas en pabellones del Regimiento de Infantería de Monte 29 y en lotes que facilitará el Estado.
Ayer, durante varias horas, las lluvias continuaron complicando la situación, que podría empeorar de cumplirse el pronóstico de precipitaciones hasta el domingo. En la provincia de Entre Ríos, la crecida del Paraná y el Uruguay debido a las lluvias registradas en el norte argentino y el sur de Brasil también generó inconvenientes. Hacia el este provincial, el río Uruguay inundó ayer la playa y las zonas bajas de la nueva costanera de Concordia.
Esto sucedió luego de que las autoridades de la represa de Salto Grande decidieran abrir las compuertas para desagotar parte del excedente de agua acumulado en la usina hidroeléctrica. Así, el río Uruguay trepó en cuestión de horas de 6,90 metros a 9,04. La crecida del río Uruguay tuvo consecuencias también en la provincia de Misiones, donde se declaró el estado de emergencia y ya fueron evacuadas unas de cinco mil personas. La mayoría de los damnificados son familias de la localidad de El Soberbio, en el límite con Brasil
