Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una actividad física moderada reduce un tercio (34%) el riesgo de enfermarse. ¿Enfermarse de algo en particular? Respuesta: no. Mantener el cuerpo en movimiento baja la posibilidad de adquirir cualquier enfermedad del abanico de todas las posibles.
Por eso, crecen los movimientos mundiales antisedentarismo que buscan desterrar la casi inevitable tendencia a la quietud de las sociedades modernas e hipertecnologizadas, en donde cada aparato tiene su control remoto, y todo producto que se consuma, su delivery.
Los médicos que se especializan en deportología y en cardiología buscan que en cada edad exista, al menos y dentro de lo posible, un mínimo de movimiento para el organismo que ayude a bajar la tasa total de enfermedades. En particular, una que ya es considerada como epidemia: la obesidad. Pero también, la posibilidad de diabetes, cáncer de colon, artritis, problemas respiratorios y cardíacos. “Todo empeora cuando alguien es sedentario.
Para la OMS, el factor de riesgo es incluso más alto que el del tabaco”, señaló Oscar Incarbone, del comité ejecutivo de la Red de Actividad Física de las Américas. Para tener una idea de qué hacer según la propia edad para sacudir la modorra, Jorge Franchella, director del Curso de Especialista de la Facultad de Medicina (UBA), elaboró para PERFIL un cuadro (ver foto galería) con las indicaciones, precauciones y riesgos de la actividad física.
Beneficios. “Antes, los médicos recomendaban hacer deporte, pero eso restringe mucho porque hace falta tener destreza, ganas y tiempo, y la gente terminaba no siguiendo los consejos. Por eso hay que recalcar que todo el mundo tiene que hacer alguna actividad física para salir del sedentarismo, que lleva, tarde o temprano, a la enfermedad. Alcanza con caminar, pasear al perro, bailar solos en casa e incluso bajar las escaleras”, describió Franchella.
Los expertos insisten hace años en que con media hora alcanza para cubrir la necesidad de movimiento. Pero ahora se agrega una nueva posibilidad: esa media hora no necesariamente tiene que ser de manera continua y se la puede fraccionar en dos o tres veces. Eso sí, no vale contar una breve caminata que se hizo a modo de paseo. ¿Cuál es la diferencia? Si a una cuadra se la recorre en dos minutos, uno no está ejercitándose; si la recorre en un minuto, sí.
Además de reducir las chances de caer enfermo, la actividad física reporta otros beneficios, como la demora en el envejecimiento. Por si fuera poco, y como el sistema endocrino genera endorfinas (sustancias químicas que libera el cerebro y se relacionan con la sensación de placer), es más posible que esa persona tenga buen humor.
Incarbone también indicó que una actividad suave “tiene beneficios en la autoestima, en la imagen personal, en los sistemas cardiocirculatorio y respiratorio. Además, produce mejoras a nivel neuronal, a nivel de control de peso y a nivel osteoarticular”.
Jorge Greco, director de la licenciatura en Educación Física y Deportes de la Universidad Maimónides, ratificó que el sedentarismo es un problema de las sociedades modernas y tecnologizadas: “Somos los mismos Homo sapiens que hace 70.000 años corrían por la pradera y ahora tenemos todo a disposición. Eso, en algún sentido, es un problema”, completó.