Cientos de vecinos de un barrio empobrecido de la ciudad de San Luis incendiaron siete viviendas supuestamente pertenecientes al responsable de la muerte de una niña durante una picada y a sus familiares, a quienes acusaron de ladrones. La pueblada, que comenzó anoche y finalizó esta madrugada, se produjo cuando la familia y los vecinos de la niña atropellada el domingo último regresaban a sus casas, tras movilizarse a la comisaría de la zona para reclamar justicia por la muerte de la pequeña.
Los vecinos enfurecidos iban quemando las viviendas una a una y sacando elementos de adentro, e incluso cuando llegaron los bomberos un grupo bloqueó el paso a las autobombas para impedir que apagaran las llamas.
Soledad Castro, de siete años, fue atropellada el domingo último por un automóvil que participaba, junto a otro, d e una carrera sobre la avenida Lavandera, en el barrio Eva Perón, en la periferia de la capital provincial. Los ocupantes de los vehículos huyeron del lugar y hasta hoy sólo se había producido la detención de un adolescente, cuyo hermano aparentemente era quien manejaba el automóvil Volkswagen Gol que mató a la niña.
La marcha para pedir justicia realizada anoche transcurrió en forma pacífica y llegó hasta la comisaría séptima, con jurisdicción en la zona, donde el titular de la repartición, el comisario Darío Neira, explicó que el caso había sido sacado de su órbita y que era investigado por la División Homicidios de la Policía, bajo la conducción de la jueza Virginia Palacios Gonella.
Los cientos de manifestantes se fueron de la comisaría caminando unas 15 cuadras, pero al llegar a la esquina de la casa de quien presumiblemente conducía el auto que corría la picada fatal, un grupo se desprendió y comenzó a incendiar un automóvil Fiat 128, estacionado bajo un alero de madera y teja. Enseguida el techo tomó fuego, mientras, en pocos minutos, se sumaban más personas, hasta volverse un grupo mucho mayor al que había participado de la manifestación.
Madres con niños en brazos, padres con chicos sobre sus hombros, adolescentes, jóvenes y familias enteras se fueron sumando mientras atacaban las casas y coreaban "Asesinos, asesinos".
Fuente: DyN.