Ofelia Salgueiro (*)
Apolo, dios del sol y la música, fue maldecido por Eros después de burlarse de éste por jugar con un arco y flechas. Eros, enojado, tomó dos flechas una de oro y otra de hierro. Con la flecha de oro disparó a la ninfa Dafne provocando rechazo y desinterés y con la de oro disparó a Apolo provocando amor y desesperación por Dafne.
Cuanto más Apolo la perseguía rogándolo que se quedara con él, ella mas huía sintiendo miedo y angustia, ante esta situación ella huyó hacia las montañas para evitarlo, se encomendó al Dios del río Peneo, y fue en ese momento casi alcanzada por Apolo cuando ligeramente todo su cuerpo comenzó con una mágica transformación: su piel se recubrió de corteza, sus delicadas uñas se alargaron multiplicándose en hojas, sus cabellos formaron un denso ramaje, el rostro fue desapareciendo detrás de la corteza y su cuerpo se convirtió en tronco.