Inconsistencias de la naturaleza: cuando todos esperaban que el volcán neuquino Copahue hiciera erupción y complicara los vuelos y la temporada invernal en el área, en las últimas horas del viernes y ayer bajó el movimiento sísmico que preanuncia erupciones de unos 10 mil a mil temblores diarios, de modo que se evaluó la posibilidad de bajar el nivel de alerta de rojo a amarillo, aunque al final se mantuvo.
Ese cambio, que igualmente puede ser momentáneo, podría incidir en la decisión de regresar a los 700 evacuados del poblado de la provincia del Neuquén. Durante la mañana de ayer trascendió que los vulcanólogos chilenos (país que tiene una red de vigilancia de la que la Argentina carece) pensaban cambiar esa alerta hacia la baja.
De todos modos, recién hoy se cumplen las 72 horas de plazo que se habían impuesto las autoridades para ver la continuidad en la actividad volcánica. Y ante la emergencia ya se prevé que los alumnos de Caviahue reciban tareas escolares en Loncopué, a unos 45 kilómetros, sede del comité de emergencia y donde está la mayor parte de los evacuados.
En diálogo con PERFIL, el geólogo Mariano Agusto, investigador y profesor de la UBA, y parte del equipo de Alberto Caselli que trabaja en el Copahue desde hace más de una década, dijo que “los informes técnicos sismológicos indican descenso en la actividad sísmica del volcán pero igual hay que estar atentos: sigue siendo importante y podría desembocar en erupción”. También recalcó que puede retomar su actividad en cualquier momento, como sucedió en diciembre último. “Pueden ser un par de semanas, meses o diez años, pero sigue siendo calificado como un volcán activo”, graficó.
En el mismo sentido se pronunció por radio el jefe del programa de riesgo volcánico del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, Luis Lara: “Los últimos dos días la actividad sísmica ha disminuido significativamente en comparación con el domingo y el lunes pasados”.
Y estimó como “posible que haya pasado el riesgo de erupción importante que nosotros estábamos considerando desde hace cinco días”. No obstante, agregó que “todavía hay una situación muy inestable, por eso seguimos observando el comportamiento”, según consignó la agencia DYN.
Defensa. La organización de la evacuación fue hecha por las autoridades provinciales y monitoreada por el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien llegó a la zona crítica manejando un vehículo Unimog del Ejército argentino.
Pero, más allá de los movimientos de temblores propios del volcán, se dificultó acceder al área por una tormenta de nieve y viento blanco que azotó el viernes a esa región andina. Ayer, la tormenta dio un descanso y algunos pobladores pudieron regresar por unas horas a buscar a sus mascotas que habían quedado allí.
